Los cuerpos de repuesto...

Espacio saturado de humedad,
De atmósfera densa,
Claustrofóbica,
Cuerpos desnudos,vivos,
En posición fetal,
Tumbados unos encima de otros,
El enfermero apartando a patadas,
Con impaciencia de un carnicero...
Era un almacén...
El corazón empiezó a latirme,
El miedo se me echaba encima,
Circulaba por el organismo
Como la sangre,
Era como si uno supiera,
De toda la vida,
Que algo anormal,
Iba a suceder...
Un espacio azul,
Los cuerpos como gusanos ciegos,
A uno le faltaba un brazo,
La cara estaba enrojecida,
Su boca se movió en silencio,
Lo peor era,
Que ni el semblante,
Ni el cuerpo habían sufrido
Suficientes mutilaciones,
Para ocultar
Lo atractivos que debían de ser,
Las partes que faltaban...
Le miré a los ojos,
Y traté de descubrir,
Qué había en el fondo
De las pupilas,
No había nada...
Los cuerpos de repuesto
Sólo existían para cumplir
Su función,
Proporcionar un desatinado fragmento
De vida...
El asomo de libertad,
El error más amargo...
Un buen trozo de terreno,
En el rincón más candente
Del infierno...

Los médicos no eran
Los bondadosos hombres
Con bata blanca,
Todo el mundo necesita
Una religión,
Una dicha desconocida
Por la que suspirar,
Bonito proceso mental,
El corredor de quirófano,
El miedo...
La clase de miedo
Que se apodera de uno
Cuando se encuentra
En alguna parte
A la que no recuerda haber ido,
Era como conocer las reglas,
Pero haberse olvidado de juego,
Era como intentar
Que un grupo de críos alucinado
Recorrieran apresuradamente
Una fábrica de jugetes,
Un mundo lleno de disgustos,
Cristales impenetrables
De particularidad obsesiva,
El modo más sencillo
De hacer las cosas mal
Es hacerlas de prisa...
Aquellas mujeres no parecían
Compartir un solo amigo,
Ex novio o amante,
Trabajo,hábito de droga,
O siquiera signo estelar,
Quizás pecaban un poco
De triunfalismo épico,
Una mezcla de pánico cansino
Y tranquila indiferencia,
Las únicas lealtades significativas
Eran el dinero y el cuerpo...
Ví el aroma como un color,
Una especie de cálido
Rojo profundo,
Cuando regresé
Con una decidida voluntad
Para deshacer las cosas
Que parecían haber surgido
De la nada...

 

Un relato desgarrador, y muy ilustrativo... Logras que los lectores formemos parte de la átmosfera surrealista que formas entre tus palabras...