Los eones de la nada

De el "Libro negro de la Soledad"
Capitulo -I-
La puerta del Armagedón​

En los eones de la nada
la vida se deshebra;
Belcebú juega con las almas,
mientras Samael hace pedazos
los espíritus que invocan
la oscuridad del existir.

Los demonios tristes
del remordimiento baten
sus alas en la noche
sin luna, creando una
sinfonía de espanto y horror
que hiere los sentidos;
doblega la razón;
emponzoña la realidad.

El Seol vomita su
ponzoñosa pordedumbre,
bañando con su hedor
los atlantes cimientos
de la cordura que se
desequilibra insanamente,
provocando visiones de
sombras que vagan en
el recuerdo que se arrastra
insidiosamente en el abismo
eterno de la malsana
lujuria disfrazada de
pasión promiscua.

Se ahogan en la espesa
madrugada, los cantos
abismales que surgen de
la oscuridad que no se llena
a causa de los silencios
que mueren con las altisonantes
e impronunciables palabras
de una oración que
parece dedicada a un
horror que no puede ser
pronunciado ni en la misma
eternidad.

 

Una historia bastante interesante! Quizás una que otra coma (,) no le vendría mal... Me gusta la manera en que has mostrado las imágenes nombrando a Belcebú y Samael, siguiendo una historia que lleva a un final muy bien marcado.

Un placer.