Los Insectos Eléctricos.

El proverbio advierte,
y la tabla te responde,
la aguja nunca miente,
señalando los nombres.

El sonido estridente,
al abrirse esa puerta,
que taladra su mente,
y no explica la ciencia.

El hombre de dios,
al dejar de creer,
traiciona los suyos,
por vulgar papel.

Aullando cual animal,
en una estética deforme,
posesión o enfermedad,
transitando entre bordes.

El hombre de dios,
que pierde su fe,
deseo superstición,
un simple decaer.

Fuerza sobrehumana,
levitar en el aire,
cicatrices espontaneas,
paganos rituales.

La oración en lenguas,
por sustancias inducidas,
el ataque de epilepsia,
la influencia pervertida.

Exorcismo solemne,
expulsión de entidades,
la última vertiente,
del herético ignorante.

La mente es una cosa terrible,
cuando solo hay visión de túnel,
ignorar que sigue nunca será libre
crisis destruye nigromancia lugubre.

Noche de los insectos eléctricos,
como antiguos pronosticaron,
si crees que existe un cielo,
creerás también en el diablo.

 

El predicador lo dejó escrito...
No es contra carne ni contra sangre la lucha...

Buen escrito poeta.