Los mejores castigos de mi infancia

Imagínate que volvemos el tiempo
despertamos en un hermoso recuerdo
donde antes de que el sol brillara
ya de pie y listos estábamos en la casa.

Brincando hacia el establo,
tomando tres caballos,
una carreta para la leña
y unas cubetas para lo ordeñado
de las vacas del establo aledaño.

Corriendo hacia el monte,
vaqueriando una manada
de vacas corriendo alegres
y después a ordeñar leche blanca.

Y mientras las vacas ordeñaban dos
entre otros tres, leña juntaban,
para la hornilla que en casa
fuego para la comida ya necesitaba.

Volvíamos a casa, alimentando patos
mientras el abuelo mojaba a los cerdos
y daba de beber chivas y borregos,
también guajolotes gallinas y patos.

Así fue mi infancia en el campo
muy alegre y sin dejar de trabajar
nos gustaba mucho montar a caballo
y tras las gallinas correr detrás…

¡A que santas corre-tizas nos dieron!
los guajolotes y patos que no quisieron dejar
que tocáramos a sus polluelos
con los que solo quisimos jugar…

Esa fue mi infancia en el campo,
y si volviéramos el tiempo atrás
cada momento lo volviera a dejar pasar
donde mi madre por castigar nos dejaba
en el campo para con los abuelos ayudar.

Los Mejores castigos de mi infancia

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Maravillosa historia, hay que sentir la infancia y decirla cada vez, cada tiempo que quiera ocultar el niño que nos mira.

Abrazo de luz.

 

Siempre hay que decirla
y volver a ella debe ser un placer
ahora solo son recuerdos
que existieron en el ayer...

saludos

 

Bellas estampas y recuerdos de una niñez feliz en plena naturaleza.
He disfrutado plenamente de tus versos.
Espero que te guste volver s recordarlos.
Un beso
Alfonso

 

Hermosos versos donde recuerdas tu linda infancia amiga. Grato leerte. Un fuerte abrazo.

 

Mi infancia fue tan distinta; la de un niño en un barrio pobre nuevo, con una madre asustadiza. Mis mejores horas eran las de la tarde, la siesta de mi madre (y nuestra a la fuerza) en las que robaba leche en polvo con avena en hojuelas y azúcar para leer cuentos y poemas del libro "Páginas para Imaginar", o el viejo volumen sin portada de los cuentos de Hans Cristian Andersen (La reina de las Nieves, el Patito Feo...), o las historietas en cómics de Mortadelo y Filemón... solo en mi habitación calurosa, antes de hacer las tareas.

¡Me hiciste rememorar todo eso, que tiene unos 40 y más años de ido!

Gracias por tu bello poema.

 

No hay recuerdos más hermosos que los que nos transportan a nuestra infancia.
Bellas letras, un placer leerte