Los ojos del gato

Temblor polvoriento;

soporta con maña

la tosca cabaña

los puños del viento.

En yerma campaña

do tiene su asiento,

Eolo su aliento

descarga y no daña,

acaso una hazaña,

su frágil cimiento.


Harapo cosido
la anciana pareja
sentada se deja
caer en olvido.
El pan del descuido
les vino en bandeja
de hambre y la queja:
dinero vencido.
Fulgor consumido
la gris candileja.

Regresa a la hoguera
el frío maltrato;
no pide alegato
la noche severa.
Frontal desacato,
la llama somera
se prende en esfera
cual par, de inmediato.
¿Suceso insensato,
milagro o quimera?.

La luna viajera
con sobrio boato
derrama su ornato
candor en la austera
cabaña señera.
y en su anonimato,
dos brasas, al rato
descubre y espera
un ángel que viera
los ojos del gato.

 

Contagiado por las maravillosas décimas del poeta Vicente Moret, me arriesgué a escribir algunas referidas a un relato que leí cuando niño en la enciclopedia "El Tesoro de la Juventud". Se refiere a la experiencia de dos ancianos muy pobres que sin poseer gran cosa, padecen mucho frío durante la noche. En la hoguera vacía y sumidos en la oscuridad de pronto descubren brasas encendidas y con la luz entienden que tales brasas eran los ojos de un gato que desde la chimenea los miraba fijamente. Espero que les agrade. Cordialmente

 

Décimas modificadas.

 

Volví a modificar estas décimas.