Los pasos que no vuelven

Con la cintura vencida
la espalda doliente
una caja más a la pila.
Otro acarreo apilando el sin sentido
de cada día,
danos hoy el cansancio nuestro.

Tu recuerdo me asalta ciertas noches
la ausencia me vió borracho
en una habitación a media luz,
y en las grietas de la pared adiviné
tu perfil que volvía.
Tú que me viste nacer desnudo.
Correr a abrazarte descalzo
con aquellos paso que no vuelven
de tan perdidos.

Ahora es mejor que no me veas
la figura encorvada,
el corazón como un pichón
que la tormenta tiró del nido.

El errante montón de ceniza
de un fuego viejo
que el viento lejos de alentar,
terminó apagando.

 

Muy buen poema, melancolico pero muy hemoso!!

adios!!

cuidate un abrzo