Los pibes

Aparece y se superpone en silencio y de ese modo me transporta a una parte de mí que aún no conocía.

Estamos en este momento subidos a un instante, quisiéramos bajar las ansias desmedidas de escapar de aquí.

Sufrimos horribles recuerdos bajo un ambiente totalmente tunelizado, me siento un esclavo egipcio construyendo

las pirámides o alguno de aquellos edificios de la antigüedad.

La música deambula en mi cabeza y mientras esto pase podré canalizar la ira contenida, la ira que llevo a todos lados

en la mirada ulterior, allí donde contengo las ganas de lapidar imaginativamente la simetría del odio.

Los muertos han crispado la confianza en sus cuerpos todavía tibios.

La medicina negra y el adiós a los artistas sin pensamientos de cristal y sin pureza.

La visita accidentada en el rostro aerodinámico de las moscas y la imagen rugosa de un adiós psicodélico cayendo detrás

de las distancias nocturnas. El compilado ambiguo de los cuchillos cruzados en contra de la lluvia. Y tu rostro sobre el piano.

La tortuosa distancia de la noche en llamas. Te vi correr bajo la lluvia intentando olvidar.

Después de todo se siente bien, hoy suicidarse está de moda. La transparencia de todas tus dudas me sorprenden.

Miles de puentes entrecruzados en todas direcciones y no sé lo que busco pero sé que está del otro lado.

La pared es solo una imagen, detrás están sentadas las monjas chilenas, creo que mi yo interior las quiere sacar a bailar.

Sin embargo mi parte preferida es cuando comienza el arpegio y los árabes comen tostadas con mermelada de arándano en el video.

Tarde gris y los puentes de cristal tunelizados siguen se entrecruzados. No todo fue un mal sueño, aquí los muertos se divierten.

Tu sombra decidió abandonarte, tomar otro rumbo, tu cara se desprendió de tu cuerpo y rebotó contra el piso mojado.

Tomé un libro de la biblioteca y la pared contigua se deslizó mientras me observabas medio dormida.

El resto de tu cuerpo se incorporó con movimientos robóticos, de pronto recordé que el portal verdadero siempre fue la rejilla del baño.

Que más da aquí está todo tan oscuro que de repente me siento malhumorado. ¡Pero eso vos ya lo sabías!

Tengo la intensión de caminar sin descanso. ¿Averiguar qué pasó? ¿Cuál es la verdadera entrada?

El soldado griego tartamudeando dijo haber visto Los Sopranos en chino mandarín y vos te reíste sin piedad…

Por un costado de la casa entró la cana. Desvalijaron todo, pusieron la casa patas para arriba, dijeron estar buscando una llave.

¡En el jardín encontré una llave dijo el griego!! Lo redujeron, lo esposaron y lo metieron a la patrulla.

Debajo de la almohada llueve cantaste y te fuiste a hacer unos huevos fritos con aceite de oliva.

La noche se acerca y se levantó frío dijiste convencida, con esta llave entraremos a la cuarta dimensión después de comer.

En la heladera hay pan negro. No me mires así, el griego fue un daño colateral. Cuando lo descubra la yuta estaremos del otro lado.

La turca nos espera detrás de los arbustos, nos va guiar hasta el costado del precipicio. Allá están los pibes así me gusta llamarlos.

¡Te quieren conocer!!