Los pies del otoño

Los pies del otoño caminan sin rumbo,
las nubes glotonas cabalgan los vientos,
yo
escucho silencios de remotas épocas
cuando el hombre ardía en busca de fe.
Pero ya han caído todos mis muros,
ya no queda nada, ni siquiera yo.
La arena del tiempo se va entre mis dedos,
imploro milagros ! y no hay un dios ¡
Las palabras huyen ante mí, aterradas
recojo retazos sin ningún valor
y armo estas mierdas que llamo poemas,
tratando, sin suerte, de hablar con vos.

 

Dios está ocupado.
En breves momentos, le atenderá.
Tenga la Bondad de acompañarme, a la sala de espera.

" Tralará, larito, barro mi casita... "

Ehem, Dios, deja la escoba, que ha venido el nieto a visitarte.

" ¡ Hugo ! Queridísimo. ¿ Me traes un regalo ? "

No lo necesitas, Creador.
Tú ya tienes, en la cabeza, muchos rulos.
Y para meter bien los pies en tus zapatos, un calzador.

" ¡ Es verdad ! No necesito ayuda. Tengo el corazón de Jesús, y la panza de Buddha. "