Los prejuicios

Su mirada desprendía
el recelo que ocultaba,
laberintos de prejuicios
perdidos dentro de su alma.
En su escudo infranqueable
permanecía abrigada;
sentenciar no pretendía
pero sí mostrar sus cartas
con barrera de por medio
por su falta de confianza.
Muy ligera obedecía
a sus formas tan ingratas,
con personas, ante todo,
y cada cual de su casa.
Los prejuicios causan daños
con etiquetas tan falsas,
quien nos tacha sin motivo
de su falsedad no escapa.

 

Buenos versos compañero, prejuzgar a las personas o las situaciones desde el salón de casa es muy fácil, luego hay que ir al meollo para conocer la verdad del asunto, así se libra uno de ellos... o no, hay gentes fanáticas y muy duras de mollera, la lectura también es una buena herramienta para librase de esta lacra.

Saludos poeta, excelente poesía, Antonio.

Alberto.

 

Gracias por tu comentario porque me saca de la duda si había trasmitido correctamente el mensaje de mi romance, hay personas temerosas sobre las que tiene enfrente y se montan su película y otros,
con la maldad debida te hunden con sus mentiras.
Me alegro que te haya gustado.
Saludos Alberto