Los primos

Hoy nos juntamos los primos, seguimos siendo unos bichos,
a toda hostia en la Seat con música de los Chichos.

Si parecen los ochenta todos puestos hasta arriba,
disparando a las señales y persiguiendo a la pibas.

Hoy vamos a los billares, con el taco somos fieras,
a palos salimos siempre por mear en las troneras.

Llegamos y en su lugar hay un club de señoritas,
son golfas con buenas tetas y unas piernas infinitas.

Yo me quedo con la rubia de grave y profunda voz,
me saca cabeza y media y tiene mas nuez que yo.

Primo se las lleva a pares y aún con botín de tacón
se le ve tan chiquitito que parece una adopción.

El otro primo no quiere, dice que no lo ve claro,
que al hacerle una caricia con algo duro ha topado.

Al cabo de media hora ambos salimos callados,
algún día asumiremos lo que allí dentro ha pasado.

En el camino de vuelta el primo nos amenaza:
"vaya par de maricones, ésto lo cuento yo en casa".

Es mirarnos y saber que hacer con el delator
y entre los dos le dejamos el culo como una flor.

Aquella misma semana el primo se marchó fuera,
se dice que está en La Habana currando de jinetera.