Los sonidos del bosque

Atravieso ese bosque de castaños
y, en las ramas, retoñan alevines,
aspiro la fragancia de jazmines,
florecidos en campos aledaños.

Adivino los pájaros que, huraños,
ocultan a mi vista sus plumines,
mientras escucho cálidos violines
que su canto sugiere, sin engaños.

Me embriagan los sonidos del silencio
que a las almas procuran su descanso,
dulce tranquilidad, que reverencio.

Caminando me acerco hasta un remanso
de cristalinas aguas, que presencio,
y de cuya visión nunca me canso.​

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Tu poema es muy hermoso como esos sonidos del bosque. Un placer leerlo. Saludos cordiales.

 

Precioso soneto que yo enmarcaría dentro del género bucólico, Alberto, y que pareciera haberte sido soplado por la misma musa que inspirara al Horacio de "Beatus Ille".

Te felicito por este trabajo por el que te doy estrellas, a pesar de que encuentro asonancias en a-o entre los tercetos y los cuartetos , pero eso, en mi opinión, no le quita mérito a la belleza de tus versos y si no vas a competir con este poema, es una cuestión menor.

Un cordial saludo.

 

No hay como sentir los sonidos del bosque para respirar buena paz y tranquilidad, aparte de contemplar lo maravilloso que nos da la naturaleza.
Un buen soneto Alberto, donde aprecio una buena lírica, también unas asonancias de los cuartetos con los tercetos, que a pesar de no tener mucha importancia, se tendría que evitar ponerlas, como son : castaños-canso, y sus rimas correspondientes.
Un placer pasar por tu arte poético.
Un abrazo.

 

Gracias, amigo Ricardo, la verdad es que ya había notado las asonancias, pero me gustaba como ha quedado y decidí no cambiarlo.
un abrazo, poeta.

 

Nos has traído tanta belleza a través de la vida que puebla mágicamente el bosque. Al paso que vamos, nos contagiamos de tanta armonía, el paisaje se abre a nuestra alma y cobijamos la sensaciones como un solo latido. Así siento tu poema, así fluye la paz en mi espíritu al leerlo.

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