Los sueños 4

Le envidiaba yo a mi padre
el que soñara con cuentos:
yo soñaba con retazos,
en episodios disueltos
en las nubes del olvido
que nos envuelven los sueños.

También soñaba mi hermano
con bonitos argumentos
que a veces nos retocaba
con su dosis de salero:
costumbres de un seductor
incurable e irredento.

Yo, soñaba con imágenes:
para contar, nada bueno,
quizás en las pesadillas
algún toque de humor negro
mas casi siempre el relato
destacaba por lo huero.

Pero los años pasaron,
bajo el puente corrió el tiempo
y en su río navegaba
la muerte que iba creciendo:
a mi padre y a mi hermano
les quitó todos sus sueños.

A cada rato me pasa
hoy, cuando sueño algún cuento,
pensar si no estoy soñando
esos sueños de mis muertos
que quedaron sin soñar:
pobrecitos, medio huérfanos.

 

Se podría decir que soñar es un arte o tal vez que hay magia en ellos al paso del tiempo. Un placer leerte, un abrazo que se cuele en algún sueño

 

¡Mmm! Gracias por ese abrazo tan insinuante, estimada Ethel, ya te contaré cuál fue su destino... Los sueños, sueños son, pero los hay muy agradables, jajaja.

abrazo
J.

 

Gracias, Isabel. Como en muchos de mis poemas, se mezclan realidades y ficciones en estos versos. Una realidad, por ejemplo, es que hace un tiempo he empezado a recordar mis sueños (sabemos que la relación entre este recuerdo y el sueño es harto complicada, desde que Freud estudió el tema) en forma de relato, con un argumento más o menos hilvanado. También es cierto que mi padre los recordaba a menudo así, tanto que a veces los escribía como narración. ¡Mi hermano... ya nunca se sabrá hasta que punto los inventaba!, jajaja.

abrazo
J.
Pd. Tengo una duda acerca del uso intransitivo del verbo "destacar". ¿No te resultó chocante ese verso?

 

Sí, ese es el sentido, pero estoy muy acostumbrado al uso pronominal «se destacaban», por eso pregunté. Gracias por tu respuesta, Isabel.

 

Excelente romance, Jorge, de tintes autobiográficos por lo que veo, aunque bien cierto es que uno inventa aún cuando hace autobiografía.

Las dos últimas estrofas me han parecido especialmente afortunadas con esa idea que apuntas al final en estos versos tan hermosos :

...pensar si no estoy soñando
esos sueños de mis muertos
que quedaron sin soñar
pobrecitos, medio huérfanos.

Hermoso pensamiento ese de continuar soñando los sueños de nuestros muertos; como para escribir un relato por entregas con esa idea.

Mi felicitación, amigo.

 

Me alegro de que el poema te haya gustado, Juan. Justamente esa parte que destacas es la más fantasiosa, por cierto. Interesante asunto este de como se mezclan las referencias de la realidad con las de la fantasía en cosas así.

abrazo
Jorge

 

Los versos llevan prendido un sutil sentimiento de tristeza que han dejado las pérdidas. Pero los recuerdos bonitos la hacen más llevadera. Bellísimo y mágico poema ! Felicitaciones por este estupendo trabajo ! Un abrazo, amigo.

 

Lo primero que me llama la atención es la inusual distribución de tu romance, en estrofas de seis versos, que le dan un toque de musicalidad diferente de la clásica distribución en estrofas de cuatro versos.
Por lo que respecta al contenido, me parece muy original la forma de contar esta historia donde se mezclan el mundo de la realidad y el de los sueños. De la maestría de tu pluma, huelga decir nada porque ya está todo dicho. Un placer como siempre, estimado Jorge.
Saludos cordiales.

 

Excelente y hermoso romance, Jorge, al que no le quitaría ni una sola coma, jajaja.
¡Muy bueno, amigo!
Un abrazo

 

Gracias, José María, me alegro de que te haya gustado el romance. Muy perspicaz tu observación acerca de la disposición en estrofas, sobre la que no había reflexionado: yo mismo suelo disponer los romances en cuartetas. Repasando las estrofas, veo que alguna tiene una estructura natural 2+4, otra 4+2, pero hay otras que son decididamente sextetas. Para pensar...
abrazo
Jorge

 

Gracias, Alberto, me alegro de que te gustara el romance. ¡Si supieras cuántas comas saco de y pongo en mis poemas, antes y después de publicar! Estoy sinceramente convencido de que la sintaxis es para el ritmo tan esencial como la métrica: cuando en la lectura de un poema tropiezo con una construcción confusa pierdo el hilo y por lo tanto la musicalidad. Es cierto que, hasta cierto punto, puede ser esto en mí una deformación profesional: en la lectura de textos de matemática (mi oficio) la estructura lógica debe ser seguida de manera puntillosa para comprenderlos.
abrazo
Jorge

 

Un hermoso romance con dejos de desengaño y melancolía. Muy musical al abrir con esa sexteta en la que se alternan primeros acentos en tercera y cuarta:

"Le envidiaba yo a mi padre
el que soñara con cuentos:
yo soñaba con retazos,
en episodios disueltos
en las nubes del olvido
que nos envuelven los sueños."

Un canto fuerte.

Luego suavisa un poco, pero al final recobra el impulso:

"A cada rato me pasa
hoy, cuando sueño algún cuento,
pensar si no estoy soñando
esos sueños de mis muertos
que quedaron sin soñar:
pobrecitos, medio huérfanos."

El uso de la esdrújula "huérfanos", con esa sílaba intermedia entre las de rima, me parece magistral; le imprime todavía más fuerza a este canto que, para mi entender, termina en subida. Aun así es un canto muy sentimental, muy hermoso,muy argentino...

Saludos. Mi aplauso sincero y mis respetos.

 

me gusto , un gusto pasar por sus letras.

 

Gracias, César, por tu detallado comentario. Me sorprendió gratamente que hayas advertido esa alternancia de las acentuaciones en la primera estrofa, fue un experimento totalmente intencional. Prestamos, usualmente, poca atención a la acentuación en los octosílabos, pero se oye en la cadencia.
En cuanto a las esdrújulas en la rima asonante, tienen sin duda un efecto muy especial que trato de aprovechar.

abrazo
Jorge

 

Gracias, Poetita, me alegro de que los versos te hayan gustado.
abrazo
J.

 

Fantasía o realidad... ¡qué importa! Leo con agrado este lindo romance que mana de tu pluma con tanta originalidad y sentido estético. Un abrazo, amigo mío. ¡Seguimos en contacto!

 

Gracias, Elhi, me alegra que te haya gustado el romance... aunque ¿ni una mosca? Jajaja, ahora recuerdo lo que le pasó a Juan alguna vez que te hizo un reclamo análogo. ¡Válame Dios!, como decía el Quijano.
abrazo
J.

 

Jajaja la verdad es que no veo ni una mosca, Hermanito; me extraña sí la separación del discurso en sextillas. Es raro cuando presentas un romance sin esas regularidades estróficas. El fondo del poema es diáfano como el cristal, tiene la claridad de la que algunos de tus temas adolecen. Me da la impresión de que mientras más lírico y denso, menos sencillo y entendible. Es mi humilde opinión.

 

Pues tienes toda la razón, Elhi, creo que en los últimos tiempos estoy componiendo en dos estilos bastante nítidamente diferenciados, que aunque no corresponda estrictamente a la realidad llamaría mi estilo "asonante" y mi estilo "consonante", el primero más atado a un argumento y el segundo más atado a la carga simbólica.
Salvando las evidentes distancias, me llamó recientemente la atención el contraste de los estilos de Quevedo: los romances (que son una maravilla de aquellas) contrastan mucho con los sonetos.

abrazo
J.

 

Todos soñamos, y a mí me recordó los sueño de mi abuelo republicano que tuvo la mala suerte de que se los robaran en la flor de la vida. Murió muchísimos años después, pero ya no era lo mismo. En parte les doy vida; es como una herencia que no paga impuestos.
Un saludo y me encantó pasar.

 

Ah, caramba, Alonso. De esos sueños de tu abuelo, que son mis sueños, que fueron los sueños de tantos de mis hermanos muertos en forma aciaga, aunque quizás heroica, por ellos, bien podríamos hablar largo y tendido, vinito mediante. Sueños de un siglo, que hoy apenas son sombras de la utopía que supo ser bandera.

¿Cuándo te sumas a esta tensón?

abrazo
Jorge

 

Caramba, Ligia, te has despachado. La verdad es que de predicador tengo poco y nada, aunque a veces mis comentarios tomen cariz de consejos.
Me gustaría que en este foro se combinaran armónicamente dos ingredientes que veo esenciales: la libertad y el compromiso. Cada uno tiene sus líos y sus razones que a veces limitan la participación, nada grave sucede; pero es lindo también que sepas que tu ausencia se siente, ese alguito de deuda que genera el compromiso amistoso.

abrazo
J.