Lucha a vida

Este continuo influjo cual de sueño
que en apatía sumergido vivo
me empapa hasta los huesos sin motivo;
es, descarnado, de mi carne el dueño.

Rechazo de sus copas el beleño;
mas, cuanto más rehúso más recibo,
y cuanto más recibo más percibo
que a su profundo abismo me despeño.

Y en tanto más me hundo, menos puedo
debatirme en el seno de su abrazo,
y más me atrapo en su opresivo enredo.

Busco armadura, escudo, espada y mazo
para enfrentar su embrujo con denuedo
y cortar sin piedad su mortal lazo.

José Benito Freijanes Martínez​

 

Bello, compañero. Variedad y frescura en la rima y audaces encabalgamientos que otorgan fluidez y ritmo a la composición.
Hay que escapar del lazo, siempre.
¡Saludos!

 

¡Exquisito soneto, José Benito!

Con el último verso me has retrotraído a la época del gran Alejandro
y el infalible nudo que cortó con su espada.
Seguramente que su armadura que quedaría perfectamente.
Abrazos.

 

Hermoso ensueño que te tiene preso y hermoso soneto con una cadencia que casi arrulla. Un placer leerlo.

 

Muchas gracias. Es todo un privilegio que vengas por aquí a apreciar lo que escribo. Un saludo.

 

Muchas gracias, Luciana. Me gusta que te guste. Un saludo.

 

No creas que Alejandro no es una inspiración que no se pueda tener en cuenta. Sufficit est tumulus qui non suffecerat orbis, ya sabes... Un saludo, Lucio, gracias por apreciar lo que escribo.

 

Me encantó José Benito, muy lograda esa voz que se siente apresada con un encuadre épico. Excelente, he disfrutado mucho, un abrazo

 

Gracias, José Luis. Me alegro de que te haya gustado.

 

Gracias, Isabel. De altos vuelos no sé, pero se hace lo que se puede, a pesar de esta apatía que me embarga. Es un privilegio tenerte por aquí, leyendo y dejándome lo que piensas. Un saludo.

 

Hermoso soneto!

 

Muchas gracias, Omaris. Me alegra que te haya gustado. Un saludo.

 

Es la eterna lucha entre el ser humano y su propia naturaleza para poder triunfar sobre sí mismo. Un saludo.

 

Maestría en la ejecución de este bello y profundo soneto amigo José Benito, no hay que dejar de soñar porque soñar es vivir y en el momento que abandonemos nuestro ensueño quedamos atrapados en el lazo y la mordedura de la temida muerte.
Encantada de leerte y de dejarte mi humilde huella querido amigo....muááácksssssss

 

Gracias, Lomafresquita. Me alegro mucho de que te guste. Besos de nuevo.