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Lucifer a Lucrecia no la quiso

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Fulgencio Cibertraker, 15 de Abril de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 202

  1. Fulgencio Cibertraker

    Fulgencio Cibertraker Poeta adicto al portal

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    Hombre
    Mujer, para quien los cielos, crearon

    Alguno de los retos e peligros

    Que hoy solo centauros, Titanes, que digo

    Se se atreven, se atrevieron, o atrevido.



    Mujer de cuervo vestido

    Mujer de pálido hueso

    Linea de torcaz ceñida

    Silueta de porte tieso.



    Su mirada contumaz, felina

    Mujer de cuerpo perfecto

    Frente de arrugado seso

    De mente atroz al escrutinio.



    Lo que para nosotros es avaricia

    Para ella es, amontonar

    Lo que para nosotros es desidia

    Para ella es, reposar

    Lo que para nosotros es duro

    Para ella amortiguado

    Lo que para nosotros es castigo

    Para ella es, delicioso

    Lo que para nosotros es folgar

    Para ella es, entretenido.



    Lo que para nosotros es duro

    Para ella, flacidez

    Lo que para nosotros es pecado

    Para ella es deseo amontonado

    amortiguado y delicioso.



    Esa mujer tiene todas las virtudes

    Que el entendimiento proporciona.

    Lo que en ella es hulmildad

    Lo es de cierto desprecio

    De un animal fiero pequeño

    Al que se pudiera pisar.



    Pero si se enfrentan en el bosque

    Dos de esas fieras terribles

    Esgrimen garras, zarpas y dientes

    Ni humildad, ni bondad, si no ira.

    Solo el respeto de una dentellada

    Certera de su mandila, directa a la yugular.



    Primero van de tanteo

    Con ironía y sarcasmo

    Las manos revierten en garras

    El empeine convertido en pezuña

    Los brazos en alas curvas

    Los codos en espolones

    Y las pezuñas dan coces.




    Es fácil verlas al compás

    Dar atrás las dos un paso

    Percatarse y comprobar

    Si arbolean tu cabeza

    En el pico de su espada.



    Se deleitan con tu sangre

    Entre dientes y colmillos

    Sacar la lengua y relamerse

    siendo tú el carmín de labios.



    Se dice que estará en los cielos

    Quél diablo no la quiso

    Visitando los infiernos

    Dio con tanta controversia,

    El mismo Belcebu, le dijo:





    Dejad los infiernos tranquilos

    Subid, quizá el señor del cielo

    Tenga tamaña paciencia.

    El día que parta Lucrecia

    Lucifer organizara una convite.



    Que aquí maldad nos sobra

    Si completáis la mitad, la llena,

    y el infierno a rebosar.

    Y así dejara de hospedar

    Animas de mala conciencia.





    Rara fiera animal raposa

    Expulsada tendréis que iros

    para castigo de los hombres

    Quiera Dios, Siquiera aguante..



    Nadie jamas creyo pudiera portar

    Tamaña maldad, si acaso de forma,

    infernal, en tan pequeña testa.

    El dia que Lucrecia marcho

    Lucifer organizo una fiesta.



    Maldita mujer, exclamo Lucifer

    Nos ha dejado helados.

    Habra que encender una hoguera

    Para así calentarse las manos.


    Del poema épico: <Lucrecia Mataplana y Rogers de Lancol de la casa ducal Folch de Cardona>​
     
    #1
    Última modificación: 15 de Abril de 2017

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