Luctuosa revelación

Ojos míos que un día os anegasteis
porque obviando del cielo los lustrosos
unos humanos, limpios de preciosos,
con bríos y sin dudas adorasteis,

ahora el bien que en vuestro mal gozasteis
sepultado en del tiempo los dañosos,
oscuros, tétricos y fríos fosos
vedlo, y sabed que amando os condenasteis.

No habréis sino en el último suspiro
a vuestra singladura un ponto raso;
no sosiego, bonanza ni respiro

salvo en el fenecer de vuestro paso;
no una luz emanada de zafiro
más que siendo fornido vuestro ocaso.​

 

Littera
Me resulta difícil la lectura, por ejemplo "sepultados en del tiempo los dañosos"... Creo que si lo revisas a fondo, dado que hay materia, tendrá recompensa el intento.
Un abrazo
eduardocarpio