Luego siempre... y quizás ahora.

Luego
a desayunar ruletas
sobre las colillas de otros
que tampoco han resuelto sus noches,
a fermentar palabras
para que garganta abajo
me intoxique otra soledad,
a untar acordes en las llagas
donde la vida me puso amigos
tacones que derraparon pasillos, madrugadas, mi sangre
y siluetas con el viento a favor
que los diccionarios definen como “distancia”.

Ahora
somos la muerte en los relojes
cuando ella violenta la primavera en mis labios
y yo en el vals de su cintura
callo mi esperanza cruzada de brazos
para entregarme al nervio de las cuerdas
siendo taquicardia
y adolescencia sin abreviaturas.

Luego
ella será silueta en los diccionarios
y yo la retrataré a versos
antes de extirpármela a acordes, alcohol…
y me pagaré otro vals
aunque en la vejez de mis cuerdas
me tropiece un corazón
buscando abreviaturas
entre las colillas de noches
sin solución.

 

Siempre que tropecemos con corazones melódicos y con tristezas guisadas a fuego lento en un caldo de noche y soledades, será bueno entonces caer siempre. Pero eso sí, sin tirar nada del vaso de vino

 

Ella no fue algo más que un bello momento que alimentó tu pluma...
Luego, seguimos en la misma...
Triste pero real, uno ya no puede distinguir si a los poetas realmente
les va tan mal en el amor, o si aman más a la poesía y por ello de enamoran
y desengañan de a ratos al ritmo de la pluma...

Abrazo!

 

Ahora nos tomamos una verde
y brindamos por tus letras,
ya vuelvo en otro momento
para decir algo más.

un abrazo compañero

 

Algunos no hemos resuelto las noches
ni los días,
nos encanta jugar a la ruleta rusa
cuando todavía no hemos aprendido a jugar ni al parchís,
menos mal que previamente nos hemos encargado
de quitar el cargador.
Un abrazo Freud para ahora,
te mando otro para luego.

 

Lirismo realista de lujo. Un placer, Freud.