Luminario

Río abajo van los fanales
las espermas encendidas,
la noche se llena de luciérnagas
y el espejo a ras de los peces
llena de resplandor las boquitas.

La red chapoteando plomos
arrastra al dios por las barbas,
cánticos y zahumerios,
doncellas preñadas de espanto.

Pescador fuma un cigarro
relajado el músculo tinto;
las niñas bañadas de luces
sus sonrisas botan al río.

Por el centro baja un cortejo
de fanales vacilantes,
yace en el mimbre un crío,
rosas de papel en el pecho,
el vientre amarillo y henchido;
un cardume asombrado
escolta en dos filas el sueño
y se vuelve de cal fría
la noche, la manta y el río.

 

Excelente, poeta! Tus imagenes tejen una manta mágica que me ha transprtado a un huerto fecundo, a tu maravillosa y prolifica imaginación. AL sentir de tu propio río mitológico y emotivo. Quiero volver a saciarme de la belleza y sensibilidad de tus versos.

 

Afectos E.R.A. Gracias por ser tan generosa conmigo.Hoy amanecí espiritualmente verde y contagiado de amor por todas las cosas que me rodean. Hay días así.Quiero bailar un bals sobre el espejo del mar.

 

Vaya un poema muy bello y triste a la vez... te felicito por la escritura, a mi modo de ver perfecta composición, un beso grande!

 

Gracias señora Myriam Cristina por la buena sazón de sus palabras. Los mejores augurios para el año que comienza, de corazón, mente y obra.