Luminosa es tu voz, antorcha viva.

Cuanta veces te anegan las razones
del dolor porque sí. Te pones triste
de tumbas y guaridas, pues pariste
demonios que te habitan, como clones.

A veces solo vives chaparrones
de navajas. Ritual que sometiste
al yugo del trabajo, un pobre alpiste
para comprar amargas ilusiones.

Y sigues adelante simulando
que todo está muy bien que no has problemas
y empujas el futuro, rezongando.

Son las babas del diablo, son las flemas
del vivir desgraciado y es el bando
que dice que estás frío cuando quemas.

Sergio D’Baires.

Luminosa es tu voz, antorcha viva,
que va incendiando en tu alma el combustible.
A veces me deslumbra con su drible
que muestra habilidad en tu saliva.

Tienes ágil la pluma, es asertiva,
que no siempre es sencilla y digerible
a veces causa furia incontenible
mas otras es caricia compasiva.

Yo siempre la disfruto mi perieco,
y a veces haces grande el hondo hueco
que me causa tu ausencia, tu silencio.

Gracias por asistir a mis desgarres
a veces se me sueltan los amarres
y sólo discordancias yo me agencio.

19 de Marzo de 2008.
Luciana Rubio.