Luna de medio día

De todas las maneras,
de todos los colores,
soy mendigo de la era,
limosnero sin flores;
un pedazo de esfera,
los mismos olores,
una mirada fiera...

De todos esos ríos,
uno de juego elijo,
tal vez uno muy frío,
apenas algo fijo;
alabanza de crío...

Nosotros prisioneros,
cada uno con su celda,
esos sordos primero,
también los ciegos besan
gris pérfido dinero,
también ríen y rezan...

Quedo mirando el horizonte,
quedo dormido,
la miel ya no cae,
solo el hueso suena,
hueco y añejo,
blanco inmóvil,
alguna vez de luz...

Algún perro
ladra en el fin,
solo un ladrido
sin ecos, seco,
olvidando el segundo que pasa,
que da paso
al siguiente minuto...

Algún día en un
enorme lago,
estaremos riendo,
sentados a la espera del sol...

 

Un poema envuelto en un sentimiento de nostalgia, pero muy bello y con un final esperanzador!! Felicitaciones, amigo poeta!! Un abrazo

 

Muchas gracias hermano, estoy muy halagado con su visita...

 

Al final de la senda de versos parece que hay esperanza. Grato leerte

 

Más grato es recibir su comentario, muchas gracias...