Luna, mi luna...

Te recuerdo desde lo alto, invitándome a salir.
yo subía y de tus manos pude ver la inmensidad.
Nos cubríamos de nubes si faltaba intimidad,
me besabas con estrellas, me mirabas sin hablar.

Tus manos no existían, pero amabas sin piedad;
te veía tan eterna y tan plena en ese altar
que alguien hizo entre las nubes para tu luz contemplar.

Fue la noche mas hermosa, vi latir mi corazón;
cuando la luna te abraza no hay mas penas, no hay dolor.
Así tu noche avanzaba, un puñal el aclarar;
Será el fin de nuestra historia, comenzabas a menguar...​

 

Intensa y breve historia de amor bajo la luna llena..y un puñal.

 

Gracias por pasar, un gran abrazo!

 

¿Eres tú, Endimión?
Hermosas palabras dedicadas a la dama etérea.
Saludos.

 

Enamorados versos los que nos compartes, un hermoso relato bajo la luna llena. Un gusto visitarte.
Un abrazo y muchas bendiciones!!

 

No soy Endimión, pero SOy un eterno enamorado de la dama de blanco... Bien captado el mensaje!
Gracias por haber pasado!

Un fuerte abrazo.

 

Gracias por haber pasado, preciosa! Un gran saludo!