Luto rojo

El murmullo me produjo tu angustia
y el cielo me miró una vez más.
-Hija de las ochenta platas,
Flor cubierta de escarcha…
Ha llegado tu momento…

Y puse mis cosas en la maleta
para irme a visitarte.
Llegando a tu casa de tejas rotas,
a la guarida que fue también mía,
al hogar de mis horas;
corrí, el techo, la cocina,
suspiré, armario, ventana,
y encontré, cama, tú.

Sólo podía ver tus ojos ya cerrados
por un tiempo controlador universal,
sólo podía tocar las grecas de tu piel,
esa piel que siempre había odiado.

Y no llovió…
No llovió porque nunca lo sentí,
sólo el agua salada podía ampararte.
no llovió porque nunca deseé que pasara
y ahora que pasa ¿Para qué me sirve?


Recordaba los ratos…

Te coloqué tu chal y te miré,
parecías la extraña que siempre fuiste.

Y recordaba los ratos,
esas tardes en las que pensaba en tus ojos tristes
mirándome y atormentándome.

Y ahora, con mi mirada polvosa
hago una presencia que jamás sentiste
( y aún ahora no la sientes.)

Semanas…
fueron semanas un luto falso,
un luto totalmente inexistente.
agotadoras semanas.

Pero ahora te regalo una pisca
del coraje hacia mi persona.

¡Qué llueva ahora!
¡Qué tiemble si es necesario!
¡Qué vengan los ríos colorados!

Te presento mi esencia,
todo lo que nunca viste.
Ahora es verdadero,
un homenaje ante tu mirada en el retrato,
un reflejo de mi ser oculto,
un respiro…

Les digo a ustedes, aves fugaces
Que ahora mi luto no es negro,
Ni verde, ni blanco.

Sólo mi luto verdadero y sin disfraces.
¡Mi luto ya no es negro porque es cosa de sangre!

…
Aún veo tu boca, y tus ojos
y tu escarcha en esos hombros desgastados.

Perdóname.



Pero no, cierto. ¡No!
Yo no tengo ni perdón ni trato.
No soy nada, sólo tu juego para divertirte,
un títere mas de tu colección.
Un rostro moldeado.

Corrí, techo, cocina.
Suspire, armario, ventana.
Quemé, cama tú.

Mírame a los ojos,
mira las llamas de este recuerdo rojo.
no vuelvas a atormentarme.

… Arrepentimiento, misma historia.
Todo lo que desgarra, nada cierto,
nada vivo...sin sentido.
Nada nuevo.

Repeticiones.

¡Mi luto no es negro porque es cosa de sangre!





Este poema es el resultado de una experiencia familiar. Espero que les guste.
Ya hace tiempo que no subía mis escritos por acá, esto es para mi regreso.

Saludos

 

Me ha gustado mucho. Tiene misterio y suspenso. Color, rituales y luto.
carlos