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Luz azul

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por silveriddragon, 24 de Julio de 2021. Respuestas: 14 | Visitas: 947

  1. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    En la comisura de tus labios
    tengo esperanzas de habitar
    ¿a donde has ido?
    Tú quien me enseñaste a amar.

    I

    Esa mujer no se ha dado cuenta y tampoco quiere hacerlo. Está parada apuntando con su pistola reglamentaria a un coche que va a toda velocidad sobre una carretera de terracería.

    Ni siquiera se inmuta ante la advertencia de los tripulantes para que se mueva a un lado. El sonido de las sirenas delatan la proximidad de patrullas persiguiendo al coche.

    Está apuntando con frialdad y seguridad. Cuando está a tan solo 50 metros de ella dispara al conductor.

    No falla.

    El coche se va a un lado y termina semivolcado sobre un campo de avena.

    Un tipo diminuto y malencarado trata de abrir la puerta del copiloto. Para salir queda un instante colgando. Maldice la situación.

    - Loca del demonio. Dispararnos mientras estamos desarmados. Mis abogados te llevarán de paseo a la calle Salsipuedes

    La mujer sonríe un poco orgullosa mientras las patrullas se van estacionando detrás de ella.

    De una de las patrullas sale un hombre con uniforme. Ve fastidiado por unos segundos a la camioneta. Toma un papel del tablero de la patrulla y avanza hacia la mujer.

    Se coloca delante de ella y con enojo toma su víscera arrojándola al suelo.

    - Demonios, demonios, rayos y truenos. Bianca, ¿Quién te pidió dispararles? Estaban rodeados y desarmados.

    La mujer sonríe - Comandante, sabemos de sobra que no irán a la cárcel. Están protegidos por la mafia. Mejor mandarles un mensaje así.

    - Por eso mismo Bianca, hay que tener tacto. Me lleva la que me trajo contigo. ¿Y ahora que haremos?

    Se seca el sudor de la frente con un pañuelo.

    - ah y toma. Te mandaron este documento de la oficina de la interpol. Espero que ahí si te sepan controlar. Yo me rindo.


    II

    Las oficinas administrativas de la tecnoesfera están hasta el tope de trabajo. Toda la gente que trabaja ahí debe pasar por dos filtros de seguridad antes de llegar a sus puestos de trabajo.

    Uno de los guardias avisa de la llegada de un paquete con cintas que dice "clasificado".

    Anexa viene una carta con un sello del gobierno. Así que considera que es algo importante y que debe atenderse de inmediato.

    Va hasta la oficina de un científico cuya playera delgada holgada y pantaloncillos cortos contrastan con su aspecto distraído. Le pide baje a recibir el paquete fuera de las instalaciones ya que o está permitido ingresar nada a menos que sea registrado previamente.

    El científico en cuestión sale pensando que se trata de una pieza que solicitó para sus investigaciones en superconductores.

    Al llegar a la caseta de vigilancia le extienden un pase de color amarillo.

    Se dirige hacia el almacén con una tarjeta de acceso algo gastada pero aún útil.

    Lo recibe un hombre de espalda ancha con ojos claros pero piel bronceada. Lo registra antes de entrar al almacén y le pide abra el paquete que está en uno de los estantes al fondo.

    El científico camina lentamente y encuentra el paquete junto con la carta que dice:

    "Lo felicitamos por sus avances en esta tecnología, por favor reciba esta pieza de buen agrado como muestra de amistad entre nuestro gobierno y la tecnoesfera que sirve al progreso de la humanidad."

    Toma el paquete sonriendo pero...

    Al momento de quitar la cinta amarilla y abrir el paquete estalla. Una explosión que lo empuja dos metros hacia atrás.

    El almacenista se asusta con el sonido y corre a ver lo que ha pasado.

    El científico tiene las manos quemadas y el pecho ennegrecido pero aún respira. Se queja a gritos.

    Del fondo de la caja que acaba de explotar hay una placa metálica de aluminio que ha quedado doblada pero queda a unos pasos del científico.

    Tiene unas palabras en latín: Dolorum Humanitas


    III

    Un hombre grande, fuerte y de aspecto grotesco con una chamarra de cuero enorme y pantalones azul marino recibe a Bianca en su oficina.

    - Veamos, veamos... veamos.... ¿Qué tenemos hoy? Una agente problemática.

    Bianca solo tuerce los ojos y suspira fuerte

    - Usted señorita tiene el record de un oficial en problemas. Arrestos ilegales, disparos no autorizados con arma reglamentaria, desacato, requisición de propiedad privada innecesariamente, choques de patrullas, lesión a compañeros. ¿Sabe usted que está a punto de ingresar a una clinica de salud mental?

    - Por favor, hay gente más loca allá afuera y no está ni en la cárcel ni en el manicomio.

    - Bien, bien, así va a ser. - El agente se levanta y se sienta encima del escritorio - Bianca la verdad no te solicitamos por todo esto. Queremos... saber si nos puedes ayudar con algo. ¿Podemos confiar en ti? ¿Podemos?

    Bianca lo ve extrañado. ¿Le estaba pidiendo ayuda o la estaba amenazando?

    - Tu expediente psicológico dice y cito: "Es una persona con rasgos antisociales, problemas de control de la ira, hiperactiva, tiene conflictos con la autoridad a la que no reconoce y al final dice algo acerca de que .... ahhh ¿cómo decía? ¡ah si! Aún así prefiere completar una misión a toda costa..."

    - Por mi todos los psicólogos se pueden ir al carajo.

    - Esa actitud. Díos mío. Esa actitud. Es la que estamos buscando. Bravo... bravo ... - el agente sonríe mientras la ve fijamente.

    - ¿Qué es lo que quiere de mi?

    - Bianca estás a un paso de ser encarcelada, pero eso no creo que te importe en lo absoluto no. Sin embargo hay algo en lo que nos gustaría que nos ayudaras.

    - Dispara - y sonríe también

    - Nuestros informes de inteligencia nos indican la aparición de un grupo semiterrorista que ataca científicos en diferentes partes del mundo. Pregonan que el avance científico está matando al planeta. Lo paradójico es que usan tecnología para lesionarlos. Nunca los enfrentan, siembran el terror con cartas bomba.

    - ¿Y por qué no lo resuelven con todo el equipo que tienen?

    - Tenemos la sospecha de que están infiltrados en el gobierno, la policía inclusive la mafia, así de poderoso es el grupo detrás de estos technoterroristas.

    - ¿Y usted quiere que yo sola los busque?

    - No confíes en nadie, ni siquiera en mi. Siempre puedes no aceptar.

    Bianca lo medita. Está claro. Si no acepta la llevarán a una cárcel. Si acepta la están enviando a morir frente a un grupo no reconocido de gente loca como una cabra.

    - Por cierto, sospechamos que uno de ellos es este sujeto. - le extiende una hoja con la foto y los datos de un expolicía.

    Bianca abre los ojos interesada.

    - Voy a hacerlo. Pero al final quiero que se me deje trabajar en paz en esta unidad de la interpol por mi cuenta.

    El agente levanta las manos. - Como gustes Bianca. Confiamos plenamente en ti.

    Ella se levanta, recibe su arma y algunas credenciales nuevas. Toma la ficha del sujeto en cuestión.

    Sonríe recordando las tardes que pasaron juntos entrenando en la academia algunos años atrás. Como lo admiraba compitiendo una y otra vez contra él en los juegos.

    También recordó su decepción al saber que se incorporaba al grupo de la policía cibernética. Le aplaudió al saber de un caso que resolvió en tierras lejanas. Finalmente sintió ira al saber que se convirtió en un estafador.

    Era Alessandro Costa.
     
    #1
    Última modificación: 27 de Julio de 2021
  2. silveriddragon

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    IV

    En la estación de tren Alessandro camina tranquilamente después de tomar un café y un croissant en una de las tiendas.

    Esta vez viaja solo. Por recomendación de Dot debe reunirse con Freckless antes de llegar a la tecnoesfera.

    En el anden se prepara a subir al tren mientras una mujer alta, de cabello rubio lo mira de lejos. Está sentada en una de las sillas de la sala de espera.

    Al subir a la carroza correspondiente se sienta en un lugar cerca de la ventana. Es un viaje algo largo.

    Entonces escucha algo en el auricular de su oído izquierdo.

    "Atención Alessandro. Mujer caucásica de 25 años a tu derecha dos asientos atrás. Te sigue desde la calle fuera de la estación de tren."

    Suspira llevando sus brazos hacia enfrente. Se levanta simulando que va hacia la carroza de atrás.

    Ahí espera unos segundos.

    No ve a la mujer moverse de su asiento.

    Se sienta ahora cerca de la ventana pero en el lado contrario. Dando la espalda a la puerta de la carroza por la que acaba de pasar.

    Divaga un poco recordando la plática que tuvo con Tsukihime un día antes. Estaba tranquila y auguraba para él un buen regreso a casa.

    Así que no se preocupó demasiado.

    Se quedó dormido. Aunque alerta.

    Sintió después de un rato como se detenía el tren en una estación. Subía mucha gente con portafolios o maletas.

    Una persona se sentó a su lado.

    El olor claro de una mujer. Ese olor fresco de la mañana con el cabello un poco húmedo.

    Había algo más. Un olor fuerte de canela y café.

    Canela y café.... Le recordó al café de olla que conoció en su viaje a México unos dos años atrás y que inició todo el cambio en su vida. Cuando persiguió a Dot.

    Canela y café también era una combinación elegida por alguien de su pasado.

    Una compañera de la academia.

    Una compañera...

    Fue demasiado tarde cuando sintió una mano presionarle el pecho. Le llegó el olor de sus manos con sábila.

    - Alessandro Costa. El fraude más grande de la década. ¿Qué haces por estos rumbos compañero?

    Esa voz. La voz fuerte y clara de una mujer tan competitiva como inteligente.

    - Bianca.... Me asustaste. - Se llevó la mano derecha al pecho tomando la de Bianca

    Ella no quito la mano. Por el contrario tomó la de Alessandro.

    - ¿Cuánto tiempo? ¿Dos, cuatro años, seis? - preguntó ella

    - Seis años. ha pasado seis años. Te vi quizás en la gala donde me premiaron por resolver el caso del asesino de performers.

    - No, no es mi estilo. No voy a galas con vestidos entallados de noche.

    - Lo sé. Solo tenía la esperanza de verte ahí. Competir por ser el mejor en la academia y ahora en la policía.

    Bianca sacó el recorte de periódico donde aparece con el titular de "Se busca"

    - Verás, me enteré... de que ahora te uniste a los malos. Un chico malo. ¿Eso eres?

    Bianca le soltó la mano pero puso el codo sobre su hombro acercándose a verlo más de cerca.

    - No te muevas, nos están viendo. - Dijo ella - Simulemos que somos una pareja peleando.

    - Confías mucho en mi Bianca

    - No Alessandro, confío en mi. En lo que veo y en lo que creo.

    - ¿Y que crees?

    - Estás metido hasta el cuello en un grupo de terroristas capaces de matar nerds.

    - Oh no.... no ... no... Bianca por favor. Sabes que mi mejor amigo era un nerd.

    - Un nerd. Si eso me platicaste una vez. - hizo un silencio para que continuara

    - Estoy del lado de los buenos. ¿Conoces a Dot Hacker?

    Bianca le extiende la otra mano acariciándole el cabello.

    - Hey, hey, hey... no vayamos tan lejos.

    - ¿Qué pasa Alessandro? ¿Me tienes miedo?

    - No. Es solo. Tengo pareja.

    - Que quisquilloso- y ríe. - Así que tu y Dot Hacker ahora son ... amantes..

    - No es Dot. Aunque si sabes lo mismo que yo y por que te conozco sé que sabes.

    Bianca suspira enojada - Dot, Dot aquí , Dot allá. Nadie sabe decir otra cosa en los círculos de la policía. Archibuscada. Así que Dot te lavó el cerebro para que envíes cartas bomba a los nerds.

    - No sé a que cartas te refieres y la verdad no me interesa. Solo voy camino a París a reunirme con otra persona.

    Bianca lo miró. Sabía que no mentía. Lo conocía tan bien. Cuando lo hacía volteaba los ojos hacia abajo como avergonzado.

    - Entoooooonces.. estoy donde empecé. Eres algo odioso. Después de años encontré una forma de ganarte en algo y ahora resulta que eres inocente.

    - ¿Cartas bomba? ¿En qué te metiste Bianca?

    - Ya sabes. No puedo estar quieta. Ahora debo encontrar a unos locos que mandan cartas bomba para matar científicos. - Extiende el brazo para ponerle la mano en el hombro a Alessandro

    - ¿Recuerdas?

    - ¿Qué recuerdo en específico?

    - Cuando te dije que me gustabas.

    - Por favor Bianca. Estaba enamorado de...

    Al recordar a su prometida de esos años Alessandro sintió como su otra personalidad luchaba por surgir y tomar el control nuevamente. Se mordió los labios tratando de traerse a sí mismo a la consciencia.

    - Eres igual que entonces. Franco. Ya no hay misterios. Solo me dijiste eso y te marchaste.

    - Pero continuamos la amistad

    - No, la competencia. - Dijo Bianca antes de levantarse dejando a Alessandro solo. Ella bajo en a estación en la que se había detenido el tren

    Alessandro se quedó pensando unos segundos.

    Bianca estaba en problemas. Lo sabía. Por que al despedirse le recordó su pasado.

    Le estaba pidiendo ayuda sin hacerlo.

    Pero no podía hacer nada sin consultar primero a los de su equipo.
     
    #2
  3. silveriddragon

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    V

    Bianca se sentó en una mesa afuera de un café. La mesera se le acercó preguntándole que quería para almorzar.

    - Un café con mucha canela y un bizcocho dulce con cereza querida. - Diciendo esta última palabra con algo de dulzura.

    No le gustaban las personas que parecían dulces y tiernas. Le parecían algo falsas o que escondían algo que no querían que los demás supieran.

    Sacó entonces de un maletín todo lo que había reunido acerca del caso.

    Se puso a buscar relaciones entre los científicos y las imágenes tomadas en cada caso. Cada vez era más sofisticado el paquete bomba. Al principio solo era un pequeño petardo , después un contador y al final un mecanismo parecido a los que se autodestruyen.

    En todos había esa placa rara con letras latinas diciendo Dolorum Humanitas.

    Encerró en un círculo los nombres de los científicos y sus investigaciones. Uno era acerca de supercondutores, otro sobre biotecnología, otro más acerca de microbiología, química biológica y vacunas. Todo cuadraba excepto lo de los superconductores.

    O buscaban algo, llamar la atención o simplemente sembrar el terror.

    Si buscaban sembrar el terror iban a ir creciendo en sus atentados. Haciendolos cda vez mas escandalosos

    Llamar la atencion era poco probable ya que pensaba en una recompensa o un secuestro como un modo de protesta y presion.

    En cambio si buscabn algo se iban a detener cuando lo encontraran.


    VI

    En la cafeteria todos empezaron a murmurar y hacer gesticulaciones de asombro. Mientras miraban sus celulares unis marcaban a sus familiares comentando la noticia.

    Bianca lo noto al escuchar a una señora exagerada justo atras de ella. Hacia expresiones como de que el mundo se va a acabar.

    Toma un celular viejo y gastado para revisar las noticias del dia. En el primer encabezado hay algo de politica En el segundo aparece el atentado a un cientifico cuyas manos han quedado inutilizadas.

    Abre la noticia y encuentra que un grupo se ha adjudicado el atentado. Tambien ha publicado un manifiesto.

    El manifiesto expresa el deseo de liberar a la naturaleza de la mano depredadora del ser humano. Incluye amenazas para detener los avances y experimentos en los campos de biotecnologia. De no hacerlo el siguiente blanco seria una escuela primaria en un lugar aleatorio el dia viernes a las 12 del dia.

    Firmaba el grupo Civilizacion sin Tecnologia.

    Bianca rió. Tan fuerte que todos voltearon a verla.

    - ¿Es un chiste? No hay civilización sin tecnología. - Era totalmente absurdo. No solo se contradecían al usar tecnología para atacar a los que hacen avances tecnológicos y científicos, su nombre también adolecía de contradicciones.

    Hizo una llamada al cuartel de la policía cibernética.

    -¡Aló! Agente Bianca ... Sip de la interpol. Me gustaría un registro del sitio donde se publicó el manifiesto de ese grupo nuevo que sale en las noticias. Mi número de identificación es XX-674589

    Esperó unos segundos en la línea mientras saboreaba su tercer café con canela.

    - Si, aquí sigo. Ok, no, solo el domicilio del que registró el dominio.

    Al escuchar el domicilio quedó un tato extrañada. Estaba a tan solo unas cuadras de ese lugar.

    - Bien, gracias. Adiós querido. - Diciendo la palabra querido con cierta afectación como quien espera y no espera una respuesta cariñosa del interlocutor.


    VII

    Camina hasta el domicilio que resulta ser una casa pequeña muy angosta ubicada entre dos grandes torres de departamentos. Tiene el aspecto de estar empotrada a la fuerza en el resto de las construcciones.

    No se escucha ningún ruido. Toca la puerta de madera. Al no tener respuesta la abre a la fuerza a empujones y patadas.

    En el recibidor se puede ver una mesita redonda de centro para una sala. Todo en un color rosa pastel que le causa desagrado. Incluso frunce la nariz. En las paredes hay fotos de gatitos.

    Parece la casa de una oficinista aficionada a los gatos. Pero no ve ninguno. ¿Se habrá equivocado?

    A un lado de uno de los sillones y pegado a la pared hay un teléfono antiguo cuya carátula tiene un disco para marcar. Cuando voltea a revisar el pasillo hacia la cocina le sorprende escucharlo sonar.

    - ¿Por qué no? - se dice - Vamos a contestar.

    - ¿Aló?

    Primero se escucha una melodía sencilla parecida a un himno patriótico con violines y trompetas.

    - ¿Hola? Agente Bianca.

    Es la voz de un hombre clara pero casi inaudible por que su tono es bajo. Tiene un acento fuerte de un español.

    - ¿Quién demonios eres?

    - Eso depende agente Bianca. Soy la liberación de la humanidad, un dolor de cabeza o tu oportunidad de ser algo en la vida.

    - No tengo tiempo para tus juegos. ¿Cómo supiste mi nombre y donde estoy?

    - Tú y yo somos iguales. Nos gusta tomar lo que queremos cuando queremos. Voy a hacerte una pregunta agente Bianca. De tu respuesta depende como nos vamos a llevar.

    La agente sabe que está a merced nuevamente de algo que no conoce. Eso la pone tensa. Primero su jefe en la interpol y ahora este sujeto al que no le puede ver ni el rostro.

    - Si cuelgas hay una bomba en la casa. La activo desde aquí sin problemas. Ahora digamos que no quiero sorpresas. Dime .. - el sujeto tose un poco - ¿te gustaría pasar a la historia como la que liberó al hombre de la abominable maquinaria?

    - ¿De eso se trata, de acabar con el yugo de la tecnología sobre nosotros?

    - Me gusta como lo expresas agente Bianca. Espera, espera. Mejor te llamaré "gatita".

    Eso enervó a Bianca. Odiaba que le llamaran con cualquier diminutivo.

    - ¿Y en el proceso matar gente?

    - La gente nunca sabe lo que les conviene. Viven como zombies para servir a las máquinas. Es cuestión de tiempo para que eso se convierta en sufrimiento. Yo... los liberaré junto contigo si aceptas.

    - ¿Porqué yo?

    - Porque me gustas agente Bianca.

    - Eres un payaso.

    - No agente Bianca. Soy casi un Dios. La primera vez que te vi siguiendo la pista de ese tal agente Alessandro me gustó tu actitud. Eres un persona que no permite que los demás le digan como hacer las cosas ni cuando. Usas un teléfono antiguo en este momento de forma cómoda. Sabes de lo que hablo.

    - Un Dios que asesina no es un Dios.

    - Ese es el defecto de la gente religiosa. Creen que todos los sabios son santos. Intuyo en esa oración tu respuesta.

    - Puedes meterte tus cartas por donde mejor te quepan.

    - Tu actitud, me.... gusta tanto gatita. Mala suerte. Tienes 2 horas para encontrar la siguiente bomba.

    - ¿Ya no son cartas? ¿Se te acabó la cortesía?

    - No agente Bianca. Se les acabó el tiempo. En el cajón de esta mesita hay una foto. Ahí encontrarás lo que buscas gatita.
     
    #3
    Última modificación: 29 de Julio de 2021
  4. silveriddragon

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    VIII

    Bianca enfurece y aprieta los puños. ¿En qué diablos se metió? Trata de calmarse respirando profundo y recordando un viejo ejercicio de la academia. No pienses, no pienses, actúa.

    Abre el cajón y encuentra la foto de una pareja de novios. Ella trae un vestido blanco casi transparente y él una camisa suelta de color verde claro. A un lado está un gato negro con un collar rojo y un cascabel.

    Al fondo se ve una plaza con una fuente. La reconoce, sabe donde es ese lugar.

    Corre

    Sale corriendo de la casa para quitarle la motocicleta a un repartidor. Mientras el conductor la maldice ella trata de enfocarse.

    Tiene solo dos horas para llegar a ese lugar y encontrar una bomba. No sabe desactivarla, es más no sabe que hará con ella cuando la encuentre. Pero sabe que debe llegar a tiempo.

    Toma una autopista en hora punta y aún así se arriesga a ir en zig zag para rebasar. La velocidad del viento comienza a aclarar su mente. Le gusta sentir esa adrenalina mientras ve como van desapareciendo los coches y camiones detrás de ella.

    Desde pequeña le gustaron las emociones fuertes. Una vez se cuestionó si realmente quería ser policía pero cuando conoció a Alessandro le dio sentido a su vida. No le gustaba tanto ganar como el hecho de saber que había alguien con quien competir una y otra vez.

    No quería el reconocimiento de cualquiera, solo el de su competidor más cercano.

    Finalmente después de casi hora y media en la moto llega a la plaza de la fotografía. No sabe donde comenzar a buscar.

    Se para tratando de hacer coincidir la foto con lo que ve. Busca la misma perspectiva.

    Cuando finalmente se acomoda en el mismo sitio una persona se le acerca con un teléfono celular. Es un muchachito como de 15 años.

    - ¿Señorita Bianca? Le hablan.

    Ella ve el brazo extendido del muchacho dudando. Decide tomar el celular.

    - ¿Aló?

    - Bianca hermosa. Llenas mis ojos con la belleza de tu rostro. - Era el mismo tipo

    - ¿Dónde está la bomba?

    - Podemos pasarnos así todo el día agente Bianca. Te daré una última oportunidad. ¿Quieres reinar en el nuevo orden junto a este humilde esclavo y amo de tu universo?

    - Hablas como un escritor barato. - Bianca no se sentía particularmente bonita. Al contrario. Todos los hombres en los que se había fijado de niña y adolescente huían de ella por su actitud y su físico atlético.

    - El dragón tatuado en tu brazo izquierdo es una obra de arte pero tú eres el lienzo más hermoso.

    - Deja de jugar loco de remate.

    - Lástima. Pudimos haber tenido una casa junto a un lago. Bien - se aclaró la garganta - la bomba está justo a un lado de la puerta de la iglesia. La puerta principal. Te quedan solo 5 minutos gatita. Ah... y el muchacho debe ir contigo o la haré estallar antes.

    Bianca hace lo que pocos. Voltea a ver al muchacho quien sorprendido ve como ella termina noqueándolo de un golpe. Se lo lleva cargando.

    La iglesia está casi vacía. Adentro solo ve una fila de gente esperando en el confesionario.

    Mira por todas las caras de la puerta y no encuentra nada. Después de mirar con atención por un rato el muchacho despierta

    - ¿Pero está usted loca? Me ha hecho daño.

    - Shhh... silencio...

    - ¿Cómo que silencio? Me ha hecho daño de verdad.

    - Ponte un curita o lávate la cabeza. Pero no salgas de aquí o volamos en pedazos.

    El muchacho se asusta mientras Bianca finalmente encuentra un paquete atorado entre las bisagras de la puerta. Es uno pequeño envuelto en papel periódico manchado con tierra.

    - ¿Y ahora que hago?

    - Lo que quieras pero aquí no...

    Toma al muchacho del brazo para ir afuera. Voltea a todos lados y comprende que no sabe que hará con el paquete. No sabe desactivarlo.

    El celular suena de nuevo.

    - Si, bueno. ¿qué? ok ok tranquilo. ... es para ti - y extiende el celular a Bianca

    - ¿Aló? Mira, engendro del demonio, no tengo tiempo para tus juegos.

    - Yo tampoco tengo tiempo Bianca. No me conoces pero confía en mi. La clave para desactivar la bomba es 674589.

    - ¿Quién eres? - dice Bianca mientras hace una expresión de incredulidad.

    El interlocutor cuelga.

    No sabe que hacer así que decide confiar.

    Desenvuelve el artefacto y encuentra un teclado numérico. En el display se ven los dígitos en un conteo hacia atrás que va en el 45.

    Comienza a teclear los números. El artefacto hace un pitido y se apaga.

    Se toma la cabeza con ambas manos y ríe de nervios. Jamás había sentido tanto alivio en toda su vida.
     
    #4
  5. silveriddragon

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    IX

    El muchacho sale corriendo tomando su celular. Mientras Bianca se sienta en el suelo mirando hacia el cielo. Se limpia el sudor con la mano izquierda y termina manchada con tierra.

    Eso fue demasiado inclusive para ella. No ver a los ojos a quien debes de enfrentar es una nueva experiencia.

    Después de diez minutos se levanta y va hacia un restaurante a comer algo. Está hambrienta.

    Se acerca entonces una mesera quien le deja un papel escrito.

    La nota dice "No sé como lo hiciste gatita querida. Pero te aplaudo. Te dejaré descansar hasta mañana. Mientras buscaré quien fue la persona que interrumpió nuestra cita. Sea quien sea es un grosero. Hasta entonces tu enamorado ... Kerstker"

    Lejos de sentirse halagada siente más y más repulsión. No solo por que pareciera jugar con la idea de que gusta de ella, si no además por que le habla en diminutivo. ¿Qué tan loco debe estar para tratar de presionarla de esa forma?

    Decide confiar en la nota porque se le antoja simplemente creer. Es una persona de creencias. Sabe que si no acepta ciertas cosas terminaría obsesionándose y pensaría. Pensar no es su fuerte. No le gusta hacerlo. Eso, piensa, es para gente estructurada y cuadrada. Ella no era así. Le gustaba expresarse más con su cuerpo. Montar, saltar, escalar, luchar, bailar, correr: todo eso la hacia sentirse en su elemento.

    Inclusive los animales se le acercaban de forma natural como si supieran que ella era salvaje y fuerte.

    Sus emociones estaban antes que su pensamiento. Sus instintos eran más despiertos. Por eso terminaba resolviendo los casos. Y en ese momento sus instintos le decían que no debía confiar en nadie, excepto en Alessandro Costa, la persona que conocía muy bien.

    Comió con mucho ánimo y bebió todo lo que quiso. Su cuerpo atlético necesitaba combustible para funcionar al cien. Algunas señoritas en el restaurante veían con desaprobación algunas de sus conductas. Como no cerrar las piernas con recato o comer con la boca abierta.

    ¿Quién podría enamorarse de ella? ¿un ciego? No. Se decía a sí misma. Era un loco jugando con ella.


    X

    Su celular viejo y gastado sonó alrededor de las 9 de la mañana cuando ella tomaba el tercer café con canela en una cafetería junto con un pan de anís.

    - ¿Aló? - contestó sin terminar de masticar el pan

    - Agente Bianca, buenos días.

    - Buenos días - dijo ella sonriendo, se trataba del loco con las bombas

    - Encontré algo interesante y absurdo.

    - ¿Interesante y absurdo? ¿Cómo lo de Civilización sin Tecnología?

    - Oh... no no no..... Algo todavía más bizarro. El grosero que nos interrumpió es Iván Ruvalcaba. ¿Lo conoces gatita?

    - No tengo idea de quien pudiera ser.

    - Es absurdo por que no encontré relación alguna de él con la policía, ni el crimen organizado, está limpio. Y aún así, ¿cómo consiguió la contraseña gatita? Estoy un poco..... celoso. ¿No será un enamorado más?

    - ¡Basta! No me gusta ese jueguito de enamorados.

    - Tú no ves en donde radica tu belleza Bianca. Eso te hace aún más bella. - se aclara la garganta para continuar - Sigamos... La bomba está en un centro comercial debajo de un arco con flores. El nombre es de un rey y una reina bailando bajo la luz de la luna. Tienes 2 horas. - Y cuelga


    XI

    Esta vez se lo había dejado muy fácil. Era un centro comercial en la misma ciudad donde ella estaba. Se trataba de un mall en un lugar no tan céntrico y popular entre los jóvenes por que solían adornar con la temática de San Valentín.

    Estaba lleno de adolescentes y jóvenes tomándose fotos en diferentes partes del lugar. Una mujer pelirroja abrazaba efusivamente a un hombre con lentes mientras un muchacho con un suéter naranja les tomaba una foto.

    Esas escenas la hacían sentir incómoda. Todos iban en pareja menos ella y así lo notó cuando un grupo de chicas la vieron pasar frente a una chocolatería. No encajaba debido a su vestimenta en azul marino. Un color muy serio para una cita.

    Recorrió casi todo el centro comercial cuando encontró lo que buscaba. Le quedaban 5 minutos. No le gustaba la presión del tiempo pero esta vez le costó trabajo encontrar el lugar que encajaba. El arco adornado con flores semejantes a rosas azules y lilas. Una variante poco común.

    Buscó y rebuscó en el arco cuando se le acercó una chica como de 16 años con una playera rosa que decía "Do it now or never"

    - ¿Bi... bi... Bianca ?

    - ¿qué pasa pequeña? Estás temblando

    - Un hombre en el celular me ha dicho que hay una bomba y como desactivarla pero debo ir contigo.

    Bianca voltea a ver si alguien ha escuchado a la muchacha mencionar la palabra bomba.

    - Tranquila, tranquila, te prometo que lo lograremos. Dame el celular. ¿Estás sola?

    - Vi....vine a acompañar a una amiga, si, si, si estoy sola ahora. Tengo frío.

    - Son los nervios. Tranquila. - Y tomó el celular

    - ¿Aló?

    - ¡Hola Bianca querida! ¿Sabes? Tengo una fantasía

    - ¿Dónde está la bomba?

    - Mira debajo del arco del lado derecho, hay una loza suelta del piso. Debajo está lo que buscas.

    Bianca corre a sacar el artefacto el cual luce diferente. Esta vez no tiene ningun teclado y en lugar de un display tiene tres focos que van alternándose mientras prenden y apagan como un árbol de navidad.

    Toma el celular y pregunta - ¿No me darás la clave no es así?

    - ¡Gatita! No hay clave, se activa a distancia con una señal de radio. En el momento en el que alguno de estos muchachos en el centro comercial accidentalmente lleguen a una combinación de la banda de frecuencia y una frase...... boom.

    - ¿Entonces porque me hiciste venir hasta acá? ¿Simplemente se acabó y nos matarás a todos?

    - No. Quiero un beso.

    - ¿Un beso?

    - Si, quiero que mandes un beso soplado a la cámara de vigilancia que está debajo del arco de flores.

    El solo pensar en la escena hace que se le revuelva el estómago

    - Estás loco, pero me comienzo a acostumbrar. ¿eso es todo?

    - Ni más ni menos. ¡Ah! y lleva a la muchacha contigo.

    Ella toma a la muchacha con un poco de tacto y le indica que sabe como desactivarla.

    Van hasta el arco y ella busca la cámara de vigilancia. Cuando la encuentra intenta hacer el beso soplado. Lo hace de manera un poco torpe mientras algunas parejas ven extrañadas lo que hace.

    - Listo. ahora desactívala.

    - Hmm... no me convenció. Uno con más ternura gatita.

    Ella va debajo del arco nuevamente y trata de recordar la única vez que se ha sentido enamorada. Recuerda a Alessandro y pensando en él lanza un beso soplado a la cámara imaginando que es para él y no para el loco de las bombas.

    Unos instantes después la bomba hace dos pitidos y las luces dejan de parpadear.

    Esta vez no sabía cuanto tiempo quedaba. Pero siente el mismo alivio de la primera vez.
     
    #5
    Última modificación: 30 de Julio de 2021
  6. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    XII

    La tensión del momento la ha hecho reflexionar. Algo que no le gusta en lo absoluto. Le hizo recordar emociones enterradas en el pasado. ¿Qué buscaba Alessandro junto a Dot Hacker? ¿Qué tenía ella que al parecer lo había hipnotizado al grado de traicionar a la policía?

    Estaba celosa. Muy celosa. Si al principio había aceptado que lo suyo era imposible porque él estaba comprometido ahora no sabia que pensar.

    ¿Seguía enamorada de él y por eso confiaba en lo que le decía?

    Había visto algunas fichas con dibujos del aspecto de Dot Hacker. Era prácticamente una niña. ¿Así lo había seducido? ¿Con sus aires de niña que no rompe un plato? ¿O será que además ese no era su aspecto real y era una persona más grande, más fuerte, más valiente, más....?

    Sacudió la cabeza tratando de aclarar su mente. Comenzó a repetir su mantra. No pienses, no pienses, actúa.

    Tomó el celular para continuar la conversación con Kertsker.

    - Jamás olvidaré ese beso gatita.

    - ¿Satisfecho? Porque no habrá más.

    - ¿Nuestra primera pelea?

    - ¿Dónde estará la siguiente bomba?

    - No tan rápido Bianca. ¿Sabes? Lo del aviso de la bomba en una primaria es falso.

    - ¿Y entonces?

    - Si vas a hacerlo, hay que hacerlo bien.

    - ¿Hacerlo en grande?

    - Si. ¿Dónde hay suficientes científicos y tecnócratas en este ancho mundo para darles un escarmiento?

    Bianca se tapó la boca asombrada. No podía creer lo que se estaba imaginando.

    - ¿Ese fue el plan desde el principio? ¿Hacerme jugar mientras ustedes armaban todo el plan lejos de aquí.?

    - No es nada personal gatita. Aunque, es verdad que me gustas y mucho.

    - Entonces no hay salida. Solo volarán la tecnoesfera.

    - Con todo y sus pretenciosos hombres buscando una verdad que no existe. Solo hay una. El ser humano es más feliz sin nada de industria. ¿Has visto como envenenan sus aguas y la tierra? ¿Cómo terminan encadenados a pastillas y celulares? Sin embargo te ofrezco vivir del lado correcto. únete a nosotros Bianca. Serás recordada como la mujer que liberó a la humanidad.

    - Jamás.

    - Ok, ok. Ya no me sorprende. Te daré una pista de la última bomba por el recuerdo de esto que duró muy poco. La bomba será transportada en una camioneta con antenas. Es todo lo que diré. Adiós gatita. Buena suerte.

    El sujeto cuelga dejando contrariada a la agente Bianca. Debe llegar al desierto para detener una camioneta con una bomba.

    Estaba claro nuevamente. Podía vivir cobardemente y llevarse ese secreto a tumba o salvar a un grupo de nerds con su vida.

    Jamás le ha gustado quedarse de brazos cruzados.
     
    #6
  7. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    XIII

    Bianca se da un tiempo para ir a la iglesia de ese pueblo en el desierto. Es uno de lo últimos antes de llegar a la base de la tecnoesfera en territorio enemigo.

    Hace tanto calor que lleva puesta una camiseta negra de tirantes que permiten ver su tatuaje de un dragón en el brazo izquierdo. Va con el cabello suelto. Unos pantalones de mezclilla y unas botas algo gastadas completan su atuendo.

    Comienza rezar un diálogo:

    - Dios, no sé que hago aquí. No sé como me metí en esto. Sé que o he sido buena persona pero hoy quiero salvar a gente inocente. Gente que es padre, madre, hijo, hija. No sé que estoy haciendo pero guíame. Guíame solo esta vez. Por favor.

    Detrás de ella un muchacho con pecas camina lentamente y deja caer una nota a su lado de manera dismulada.

    - Ella termina de rezar se sienta. Antes de levantarse ve la nota. Dice:

    La camioneta ya viene. Por la carretera en dirección a la tecnoesfera. Aún no pasa por aquí. - Alessandro

    Al parecer Dios había escuchado sus rezos. Solo faltaba detener a esos locos.



    XIV

    Se le ocurrió algo estúpido. Algo estúpido y loco. Como lo que solía hacer junto con Alessandro en la academia.

    No podía detenerlos con patrullas o armamento pues no sabía el alcance de la bomba. Debía hacerla estallar lejos.

    Se imaginó en un campo de futbol americano. Donde la bomba era el balón. Si caía explotaba. Así que el equipo de una sola mujer era ella. A la defensiva.

    Se arrancó una medalla que traía al cuello.

    Después sopesó una piedra. No era lo suficientemente pesada. Tomó otra. Esta vez le gustó.

    En el automóvil que había robado puso la piedra en el acelerador.

    Después cerró la puerta y quitó el freno. Conducía por la carretera en sentido contrario a la tecnoesfera. Debía hacer que soltaran el balón lejos de ahí.

    Como ya no le importaba nada se le ocurrió algo más. Si fallaba podía poner obstáculos en el camino. Así que comenzó a conducir para hacer que todos los vehículos que iban por la carretera terminaran volcados.

    Se armó un caos. Mientras ella conducía en zig zag a toda velocidad los automóviles trataban de evadirse quedando volcados o atravesados en la carretera.

    Ella sonreía. Sonreía por que había amado. Se sentía plena. Todo lo que quiso hacer en la vida lo había hecho. Solo se arrepintió de algo. De no quedarse con el hombre y perderlo a manos de una triste hacker.

    Mientras seguía hacia adelante recordó todos los regaños de sus comandantes y la vez que había vacíado una licorería festejando. También cuando sacó a patadas a un político de una fiesta por un caso de corrupción.

    Las veces que saltó en paracaídas gritando su mantra. No pienses, actúa. No se arrepentía de nada. De nada.

    Un café con canela todas las mañanas con un pan dulce. Eso si lo iba a extrañar.

    Cuando finalmente vio en el camino a la camioneta llena de antenas simplemente se subió al asiento Abrió los brazos mientras esperaba el impacto.

    Ella no se iba a detener, era su vida o la de cientos de miles de personas

    Chocaron de frente...

    Y explotó, explotó la camioneta. Llevándose consigo el secreto de una organización tan loca como una cabra. Pero sin llevarse el alma de una mujer incomprendida que dio todo por ganarle y ganar el aprecio de el único amor de su vida.


    Epílogo

    Un hombre que porta un reloj cuya carátula tiene una letra L gótica aparece en el campo de visión de una chica moribunda.

    - ¿Era necesario tanto dramatismo?

    - A ella le gustaban estas cosas.

    - No hables en pasado.

    - Tsukihime se pondrá celosa si se entera

    - Ella ya lo sabe. Lo predijo como siempre. Ahora somos 7. Eso si es que sobrevive.

    - ¿Aceptará trabajar en equipo? ¿En nuestro equipo?

    - No. Nunca. Es una lobo solitario.

    - ¿Qué harás si se salva?

    - Dejarla libre. Ella no se sujeta a nadie.






     
    #7
    Última modificación: 30 de Septiembre de 2021
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  8. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

     

    Archivos adjuntos:

    #8
    Última modificación por un moderador: 30 de Julio de 2021
  9. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    Te envie la respuesta pero no aparece, no funciona la tecla de las tildes, yo leer[e tu novela, me interes[o. Saludos,
     
    #9
  10. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    La terminé de leer Silver, me gustó el argumento es interesante y fluido, en los primeros capítulos algunas palabras están incompletas y el género no está claro, te felicito, aunque es muy fuerte el mensaje de Dolorum Humanitas, de acuerdo al material que encontré en internet el mensaje es paradógico. Feliz finde, que estés bien. DESIRE
     
    #10
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  11. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    ¡Hola que tal Desire! Muchas gracias por tus comentarios y las felicitaciones.

    Necesito hacer una revisión a fondo, creo que me dejo llevar por la imaginación y no veo los errores al escribir. :p

    Sip, el mensaje es paradójico, buscaba hacer algo así por que pensé en un villano al que no le importara ser coherente si no que solo le gustara ver arder el mundo XD

    Que tengas una excelente semana y que estés bien :)

    Un saludo cordial
     
    #11
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  12. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    Pero eso encaja en la definición de novela negra, tan diferente a Sherlock Holmes, al menos en la que encontré en google.
    O sea, felicitaciones, otra cosa, en relación a el nombre de el personaje de la serie japonesa o juego no sé, tengo entendido que solamente en los foros de roleo se pueden usar los nombres de las series, de lo contrario la empresa puede entablar demanda, ya sucedió, tuvieron que cerrar un foro que me fascinaba, vas por el buen camino del deep house Silver, super feliz semana.
     
    #12
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  13. silveriddragon

    silveriddragon Poeta fiel al portal

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    ¡Hola que tal! :)

    Me has dejado o_o con la definición de novela negra.

    Waaaa... bueno en realidad el nombre de Tsukihime (supongo que es ese) lo hice juntando ambas palabras del japonés. Desconocía que fuera el nombre propio de algún personaje de anime o videojuego. Voy a investigar si hay problema. Si no ya cambiaré ese nombre :p

    Feliz resto de semana :)

    Un saludo
     
    #13
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  14. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    oohhhh, novela negra es policiaca, o sea, tienes mucho potencial Silver. saludos.
     
    #14
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  15. BROM BETO

    BROM BETO Poeta recién llegado

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    Quedé atrapado desde el principio. Tu estilo invita a continuar la lectura.
    Disfruté de la historia.
    Shalom desde Israel, colega de la pluma
     
    #15
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