LX

Si no me tiemblan las manos a centímetros de acariciarte,
y los ojos no se me nublan de pasión,
yo no quiero ese destino,
no,
yo quiero dudar por siempre si tocarte o amarte en descontrol.

Si me dices, te amo,
pero el mundo no te basta porque eres mas grande que mi minimundo
yo te daré un empujoncito de confianza para que te acerques también al alejarte.

El arte es placer y es castigo
si no pecamos, yo no voy a escribirte,
necesito que me duelas y que no te duela mi dolor y que sea tuyo, que seas yo.

Hay tanta gravedad que a veces se me caen los sentimientos,
si cuando caiga por completo no es en tu cama
yo ahí recién voy a querer volar.

Hay días en los que quiero quedarme callado,
mujer, piensa en el pudor del frío de mis cosas,
no todo es cuestión de sexo, pero ese día voy a querer que me violes.

Sé que te encantan los animales.
Si no me convierto en conejo cuando mis sueños entren en tu sombrero,
será porque soy una tortuga y tardo años en eso de la metamorfosis.
Que bueno es que ayer dijeras que quieres una tortuga de mascota.

Hay una multitud de soledades que solo miran con los ojos.
Esta bien, eres hermosa por fuera, pero me escuchas
y quieres enseñarme a hablar con las manos.
Y lo importante, y lo mejor, y lo mágico es que ni debes saber hacerlo.

 

Bello y sensible el reflejo que invocan tus versos amigo...sensibilidad vibrante...
Siempre grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...