MADRE MÍA Y DE MI TIERRA

Por ser tan grande y valiente
De condición diocesana
Por ser mujer ejemplar
Y de una entrega total
Hoy te quiero homenajear

Te quiero brindar ahora
Este canto señorial
Porque con hambre y con sed
Con fiebre y con malestar
Me supiste amamantar

Lo hiciste con gran afecto
Por cariño y por deber
Por placer y gran amor
A este fruto de tu vientre
A este hijo de tu ser

Que pariste con dolor
Pero con mucho coraje
Con mucho don de mujer
Esa es tu condición
Como hembra como madre

Eres persona ejemplar
Y de una entrega total
Porque naciste del don
De la buena condición
Sagrada de la creación

Para prolongar la vida
Como lo indica el señor
Hoy te doy mi reverencia
En estas cortas palabras
Porque no tengo riquezas

Pero te quiero decir
Que eres la madre más buena
La que ha moldeado mis pasos
Con sus consejos y su guía
Que yo mantendré en mis días

Como te quiero mi vieja
Y respeto tus lecciones
Madre mía y de mi tierra
Madre de todos hermanos
Como la madre Maria

Que lloró en el calvario
Y enjugó entre sus manos
Las lágrimas derramada
Por ese hijo querido
Que un día fue flagelado

Y que murió en el calvario
Por ser mandato de dios
No inquirió, ni refutó
Solo acalló su dolor
En esa triste ocasión

Por ser la ley de los cielos
Como mandato de dios
Así También cumples tú
Madre mía y de mi tierra
Cada orden del señor

Si te he faltado en la acción
Si te creado aflicción
Porque seguro, así fue
Perdóname madrecita
Y dame hoy tu bendición