Madres de la patria mia

Madres de la patria mia, color de barro.
Madres que en la guerra fría, cultivaron nardos.
Centinelas de la noche, con almas de leopardo.
espíritu de jaguar melodearon los prados.

Manantial de vida entrega sus senos
al pequeño fruto de sus ancestros.
La silenciosa hoguera en su pecho
funde sus penas y canta sus muertos.

Corre como gacela, con su alma en gozo,
atrapando en la madrugada, del sol su primer beso.
Como arcoiris sobre su cuerpo, lleva el rebozo
saludando muy alegre, al campo prodigioso.

Madres de eterna gracia, que del tiempo amargo
se bordan sus güipiles, rebozos y mantos;
su sangrienta historia, adormece en el letargo
y amoroso el poeta la convierte en canto.

Como un sol quebrantado en la arista del horizonte
su alma herida va entre los prados desangrando.
Su gemir imita el canto del sensontle,
mientras la luna besa las perlas de su llanto.

Por eso vaya mi canto a mitigar su pena,
¡Madres de mi tierra, benditas sean!