Mal ni bien

Mal ni bien

La prontitud exacta detendrá
dos órbitas que la función desmonta,
la rapidez con que se ve pasar,
la lentitud y eternidad que atonta.

Que nada estaba en conocer ni hablar
y todo era siquiera mal ni bien,
si nadie escuchaba al gorrión cantar
fue porque el canto fue su parecer.

Si nunca es tarde para llegar al cielo
y el alma corre sin detener su impulso,
yo soy el ángel que de veloz anhelo

llegó a la meta sobrepasando incluso
los asteroides mundos con su flagelo
que viajan libres y a quienes dios impuso.

 

La combinación de cuartetos endecasílabos y tercetos dodecasílabos crea una incompatibilidad acentual y rítmica muy marcadas. Un abrazo, Sergio.

 

Ni bien ni mal, ni mal ni bien. Xdddd