Malditos

Puedo morir y seguir respirando;
Y escucho los gritos desesperados
De Dios
Y los gemidos de placer
Del Diablo,
Y son odiosos ambos,
¡Malditos!

El cielo alaba la muerte
Y el infierno la invita
A tomar el té,
Haciendo tratos con las almas
Y quien se quedara con ellas
Cuando sus cuerpos mueran.

Y se preguntan quién
De los dos las merece
Más,
Quizá uno por engañar
Con el bien,
El otro por liberar
Con el mal.

Oigo las risas
De los demonios
Y siento las lágrimas
De los ángeles,
Y unos lloran
Y otros ríen
Y se siente;
La indiferencia
Es constante,
Cada uno preocupándose
Por los placeres
Personales
Y el beneficio
Propio
De estos
Miserables
Seres.

Las almas son sólo
Recordatorios
De un maldito
Juego inmundo
En el que sólo
Participan ellos,
¡Malditos!

Los hombres
Y las mujeres,
Los niños mueren
Despiadadamente,
Y los animales son
Como la imitación
Burda del juego,
Donde nos alimentamos,
Egoístamente, de ellos
Para seguir vivos nosotros.
Y pienso,
Y veo lo que siento,
Que no es más que un juego
Con mi pensamiento,
Y el engaño
Y lo verdadero
No son ciertos,
Pero los sigo sintiendo;
Simplemente son las reglas
Para usar las herramientas
Que les permiten controlarnos
Y ser como ellos,
A su imagen, semejantes todos
A uno solo:
¡Malditos!

 

Las reflexiones de tus versos denotan compromiso...

1. Quizá uno por engañar
   Con el bien,
   El otro por liberar
   Con el mal.

Este fragmento aduce una disyuntiva donde se mece tu pluma inspirada. Un fuerte abrazo poeta! Y Bienvenido.

 

Mis más cordiales saludos sean para ti. ¡Gracias!