Mañana habrá otro día para llorar

Escribo a la luz de un cirio
que alumbra a mi soledad
me escondo en este auto exilio
huyendo del mundo y su falsedad
esto es mucho dolor para una sola persona
siento que hasta mi sombra me abandona
alegrías que en otras auroras alegraban el alma mía
hoy todo lo cubren las congojas
de arboles sin hojas, de tristes lejías
es lenta, triste,y dura mi agonía
ya nadie me nombra ni siquiera aquella
que juro que me quería
la luz de titilantes estrellas
que alumbraban mis noches de gloria
se apagaron en lontananza
sepultando mi esperanza
entre cenizas y escorias
es tan duro el tormento
y tan lento el martirio
que quisiera por un momento
marchitar entre los lirios
hasta el perro que comía de mi mano
también se aleja al ver mi dolor
que triste que su amor
se parezca al de los humanos
¿adonde esta la mano franca?
y la amistad sincera
que en tardes de primavera
le cantara el poeta aquel
y las frases elogiantes
que entre brindis amantes y copas
hicieron de la palabra una rosa
y de la mujer hermosa un clavel
vano el querer vana la ilusión
noches de interminables bohemias
noches de alegres farras
que a todo le pagas con la traición
abundancias felices del ayer
se fueron para no volver
y el amigo fiel, se fue con ustedes también
ya no queda nada, todo esta oscuro
aquellos que poblaron mi mundo
cual riada de aves asustadas
volaron al amanecer
no quisieron ver el ocaso caer
y sin corona a su rey
tanto amor profano, tanto martirio, tanta maldad
se apaga la luz del cirio, mañana abra otro día para llorar

 

Conmueven los estremecedores versos de esta poesía maravillosa.