Mancillada

Y aquí me encuentro ante Ud. "Sacerdote"
Que quede en secreto de confesión,
Mis palabras adornadas con la decencia de un puerco,
Que no sean mas que escuchadas por ti,
¡Oh bellaco con disfraz de santidad!

Con cara celestial,
Entró a la iglesia con sonrisa angelical,
Su voz con sutileza y respeto,
Se hinco ante el altísimo,
Hermosa esposa de Jesús,

Sentado entre sombras,
La miré de manera ansiosa,
¿Sería el mismo Lucifer el que me hizo actuar?
Observe sus andares divinos,
Imaginándome como seria su cuerpo,
Bajo esas telas oscuras,

La lujuria recorría cada parte de mi cuerpo,
Ella sonrió hacia mí al pasar,
Y es ahí cuando todo sucedió,

Con torrente flamígero de deseos,
Me abalancé sobre ella,
Ahogando sus gritos con mis toscas manos,
Lamí su cuello, y en sus ojos el pánico,
Dios fue testigo del sacrilegio,

Con desmedida fuerza la arroje al suelo,
Como un rayo caí sobre ella,
Con cuchillo en mano desgarre sus ropas,
Sus tibios pechos brotaron,
Me satisfací lamiéndolos con frenesí,

Solo terror reflejaba,
Pero ese terror se convirtió en placer,
Al sentir mis manos en su intimidad,
Recorriéndolo a placer,

Los primeros forcejeos pararon,
Para convertirse en exigencias,
Sus manos recorrieron mi cabello,
y entre mas me sumergía en su cuerpo mas gemía,
Más se entregaba,

Nos levantamos y fuimos al altar,
Fornicamos sobre el con deseos,
Nacidos por la inocencia y erotismo de ella,
Y yo cumplía sus deseos,

La golpee tal como lo pedía,
Hasta alcanzar el clímax,
Y así continuamos en el confesionario,
Y en todo este lugar...

¡De solo pensarlo me estremezco!
Bebimos nuestros líquidos seminales,
Y sacie mis instintos sobre ella,
Aunque todo tendría un inesperado final,

Al descansar desnudos sobre las bancas,
Se levanto y desapareció en las sombras,
Cuando de momento escuche su grito,
Corrí como endemoniado,
Pero era tarde,

Él demonio apareció arrancándole el alma,
Entre fuegos infernales me dijo:
¡Has cumplido tu parte!
¡Pervirtiendo y mancillando su inocencia!

¡Por esta maldita vez te dejo en libertad!
¡Vete ya pues ni el mismo Dios lo pudo impedir!
¡Maldita sea su estampa!

Y es por ello que ahora estoy aquí,
Confesándotelo "Padre",
¿Que si me arrepiento? ¡Ja!
No me hagas reír estúpido,
Pues bien sabéis que tu eres peor que yo,
Abusando de tus pupilas....

Por eso he venido por ti,
y desangrare tu corazón antes de que mueras....
Arderás en los infiernos...

Así sea entonces "Hermano mío"
Ten comunión con mi cuchillo,
Y siente como desgarra tus intestinos...

He de confesar mis pecados,
Pero no a ti.... nunca más a otro ser humano...


Lord Vélfragor