Manos de manzana

Hubo una aurora para el verso.
Hubo un tropezón para el camino.
Se enredó la distancia y sin embargo,
hubo paz entre las sierras y el estío.
En el cenit,
encendidas estrellas observaban
la serpenteante hojarasca derrumbada,
ya sin risas ni aplausos,
y el desierto es un estado de la nada.

Una cuna imprevista nos acecha.
Una cuna imprevista mece al alma.
Sé que estás sonriendo lágrimas,
con sus tímidas manos de manzana,
orejitas de uvas y en el aliento,
la niñez del perdón es divisada.
Un águila me cuenta de su reino,
desde esa insigne altura, decorada,
los celestes perfumes de la risa
hallarán sin desvelo esa mirada.
En la cumbre perpetua, en la montaña,
unas plumas se funden en el arpa,
y la luz se hace fuente, se desborda,
refrescando una vida
que hace vida y es espada.

Aconteció que estabas y que estuve.
Aconteció que el tiempo no importaba.
El mensaje es milagro y es abrazo
que emerge entre metáforas y escalas.
El milagro es la vida que se anuncia.
Creadora de vida.
Tierna hermana.

 

Los pasos de la vida para en el milagro de la vida recordar el nacimiento de esa
hermana, eva creadora de vida que en su perpetuidad es un signo tan musical
como la vida misma. plasmas el amor hacia ella y el rescoldo del manantial que
entrega. bellissimo. saludos amables de luzyabsenta

 

Hola, Geortrizia.
Se trata de un poema para mi hermana al enterarme de la llegada de su bebé y encontrándose yo lejos, esta ha sido la manera que de sentirme un poco más cerca.
Pero lo que interpretes está bien.
Muchas gracias por la visita.
Te mando un gran abrazo!

 

Hola, maestro Luzyabsenta.
Muchas gracias por tan cálida visita y comentario.
Es una alegría saber que ha sido de su agrado.
Le mando un gran abrazo.

 

Hola, Ice.
Muchas gracias por pasar.
Gran abrazo!

 

Hola, Laly!
Qué bueno encontrarte por aquí!
Te agradezco mucho tan lindas palabras y me alegra que estos versos hayan sido de tu agrado.
Te mando un gran abrazo lleno de afecto y admiración.