Marcando mi territorio.

Un calor abrasador,
y me pregunto ¿ Por qué ?
Los gases de efecto invernadero,
que ascienden a la atmósfera.


80 kms de grosor, nada más.
Son sábanas de viento fresco,
sobre la faz de la Tierra.


Como una compresa extra-plana,
de Ausonia, para la mujer.
En esos días en que tiene la regla.
Y la lluvia escasea.


Mi jardín sonríe, merced a los riegos
con agua marina imantada,
y mi propia orina, acumulada
en distintos tarros de cristal.
Todo ello, mezclado con abundante


agua dulce.


Para que no se mueran de asco.
¡ Pobres mías ! Pero agradecen
mi firma. De mi puño y letra.
Una seña de identidad.
¿ De quién es esta casa,





que tiene tantos balcones ?


Será de Antonio Acuña,
que tiene tantos millones...