Marcas del silencio

Marcas del silencio
Miles de manos han surcado
cada rincón de mi cuerpo.
Han dejado marcas en mi cuello,
al apretarlo con fuerza,
moratones en zonas ocultas,
y heridas que me recuerdan,
los arañazos de la noche anterior.

Me han marcado
como a un perro sin dueño,
tratado mi cuerpo
como si fuera suyo,
y yo, cómplice
de un romance que agoniza,
atrapada en el silencio
donde mi mente se adormece,
en busca de oxígeno
en el último suspiro.

Me he acostumbrado al dolor,
confundiéndolo con placer,
dibujando límites
que se desvanecen en la niebla,
quizás en aquel instante
entre la luz y la sombra,
en aquel breve parpadeo
antes de desfallecer.

He encontrado calma
en la violencia de esas manos,
sin embargo, tiemblo
ante la delicadeza de tus caricias.

Muchas han tocado mi cuerpo,
pero ninguna ha alcanzado
mi virgen corazón.
Quizás si te permito
acercarte demasiado,
logres lo que nadie ha conseguido,
y me encuentres en tus brazos,
viviendo y muriendo de amor.

Eco del caos.

 

El agua sigue cauce
buscando la baja calma
del mar.
La carpa remonta
en dirección contraria
hacia la cumbre ventosa.

Igual estas letras
cercanas al romance gótico
o la melancolía padecida
se impregnan de imágenes
que asemejan la realidad
onírica de los deseos.

 

Precioso poema ecosdelcaos con imágenes preciosas. Un abrazo con la pluma del alma

 

El amor más indefenso y vulnerable es aquel que teme a las caricias. Aquel que solo conoce de heridas y vuelve a pedirlas cada vez.
Conmovedor ruego que suplica romper con la fuerza centrípeta que empuja siempre al mismo centro. Distinguir entre el deseo y el asco es parte del dilema del poeta. Salir a luz o internarse en la maldición a veces son caminos semejantes. Quedo contemplando este misterio.
¡Gracias por compartir tu arte!
Saludos desde Buenos Aires.
Dani.

 

El ser humano es realmente impredecible y siempre diferente en sus percepciones.
Un poema que desnuda desde lo profundo un alma atormentada. Placer leerte.
Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.