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Mari Paz Sepulcro.

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por James De la rosa, 8 de Febrero de 2021. Respuestas: 0 | Visitas: 277

  1. James De la rosa

    James De la rosa Juan Carlos Tuñon

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    Mari Paz Sepulcro, dueña de la casa y de lo que pasa puertas para dentro. Añosa y segura de la vieja escuela, viuda de una estela de un marido impropio, viuda y solterona como una matrona que trae otros hijos.
    De pequeña cuna, de infantil descanso con todo el remanso de una vida dura, con el año siete y en su cumpleaños, su madre se muere al tragar las mieses de la compostura, azul del ahogo con un trozo de pollo preso en la garganta, a sus años siete mira de su madre los ojos de muerte, y el impacto innato de lo que se fuere como la distancia de Doña Elegancias y la vela siete.
    Su padre Roberto que nada la quiere en la casa mete para criar la niña y saciar momentos de los elementos de su hombría inerte. Con el parasol de trazo infantil va en busca de un sol de un amor de abril.
    Y en parque y sola con juegos errantes mira la Bernarda que el viento levanta suspiros de amantes. Piojosa muchacha de carnes crecientes de su boca oscura ella está segura solo ve sus dientes y a pesar de todo y pese al rechazo ya lleva en el vientre la mala simiente del padre borracho. Y pobre Bernarda de familia creyente quema sus pecados que son de prestados y jura su honra que el señor Roberto será esposo o muerto, de eso ella se encarga. Y como molesta en la nueva vida, es dejada en manos piadosas que fueron las monjas, Madres Legañosas del Cirio de Cera Caliente, las tres ces, de cerdas de coños apestosos y ciegas de mierda, como repetía la criada, con lo que aprende de ese burdel de Dios, a odiar despacio sin prisas, va cubriendo heridas simples y sencillas cuentas del rosario. Como institutriz con carnet de puta sale la muchacha a cuidar de hijos de Señoras Puras. Y en su habitación fría como nuez se va haciendo pez en un mar oscuro, y en la noche oscura recibiendo el vicio a envites de macho que vierte en el acto lo que en el rechazo de mujer oscura, y la Señora Pura se huele las cosas, pero está segura que en su cama dura no hay lugar para hombre, ella ya ha cumplido frutos sus dos hijos con dolor de muelles, a su esposo tiene libre para amantes, y la pobre niña y su pobre suerte que será de ella la puta doncella que sabe y consiente.
    Volverá a su casa como una inquilina y el sucio bastardo que cumple los siete y esto a nuestra chica la vida le indica número de muerte, su padre ya viejo y vieja su señora que de lavadora ahora ya atesora su propia familia.
    Y en la casa siete no llora la muerte de quien fue su macho, Paco compañero, alcalde casado que ya la ha legado en vida y para siempre un lugar cerrado, como una nuez se va haciendo pez en un mar oscuro, Sepulcro de Paz, Mari la sencilla que mira lo que brilla con ojos de urraca. Se tapa, se viste de luto de lo que ha perdido en tiempos de muchacha...
     
    #1

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