María Antonieta

Sigo sigiloso tus pasos
por calles y avenidas
para averiguar lo que haces.
Trato de ahondar en los detalles
de manera tal que no notes
mi silueta persiguiéndote.
Cruzaste en la esquina
y te detuviste en la vitrina
de una elegante zapatería.
Ya imaginaba yo, por lo obvio
que de compras andabas,
por eso es que saliste toda emperifollada.
¡Ay, mujer del diablo!
¡Qué me has robado la billetera!
no entiendo como no estoy en quiebra
con tu despilfarradera.
Te he seguido la pista todo el día
has comprado carteras y camisas,
sombreros, chales y pantaletas,
y una torta para Henriqueta,
imagino terminarás hoy tu desfalco
en la tienda de zapatos.
Luego volverás a casa
escondiendo la mercancía,
diciendo que estabas donde Sofía,
¿Qué haré contigo, esposa mía?
Te esperé frente a la vitrina,
al verme pelaste los ojos, y te pregunté:
¿Le compraste algo a Cristina?
y al componerte del impacto
muy fresca respondiste:
¡Por supuesto, vida mía!
Enrojecí de cólera y de ira
interrogué de nuevo... María Antonieta...
¿Qué hacías comprando pantaletas?
Sonrojadas tus mejillas
modulaste unas palabras,
¡Faláseas y más faláseas!

¡Pobre de tí Antonieta!
me sacaste dinero de la billetera,
me dijiste que las pantaletas
eran para Henriqueta
quien mañana cumple doce primaveras.
¿Y las camisas? ¿y los sombreros?
¿y todas las otras tonterías?
le pregunté a la insolente...
Ella, toda llena de alegría
sólo dijo:
¡Para consentirme, vida mía!

La acompañé de vuelta a casa
cargando el pocotón de cajas
con pantaletas, camisas y zapatos...
¡Ay, María Antonieta!
¡Me quitaste la vida y la billetera!​

 

jeje, interesante y muy original tu poema, me gustó mucho, las mujeres somos un poco gastonas a veces, pero me queda una duda con María Antonieta, para quien eran las camisas y los sombreros?:S gracias por compartir tus letras, placer haberte leido.
Estrellas y un beso

 

Gracias, pues como te podrás imaginar, se los compró para ella..., no digas q es n placer leerme, porque para mi es todo un placer poder compartir mi mundo...