Maria

Maria, la de los pensamientos sin maquillaje
compañera de sentimientos desvirgados
placer de cartas perdidas en nubes
y cervezas que nos llevan a todos lados.

Puzzle que no quiero resolver
sonrisa difusa en código binario
me haces sentir estupido en un mundo ordinario
sorprendiéndome con palabras que no logro entender.

Maria, la de las guerras sin fin
esa es nuestra gran diferencia, yo me rindo a diario
y le prestaste atención a una mosca que no vuela
esta vez no hablo de drogas o de padres, estatuas de cera.

Amiga lejana de tacto cercano
de los pocos que no gusta de imitar a la vida
la única que me hace revisar un buzón vació
somos como libros cerrados con una contra portada infinita.

Ola de rabia desenfocada
con miedo de confiar en un estudiante inepto
no soy huraño, quizá sinvergüenza e insensato
probablemente conocerme fue como que te regalaran un reloj Cortazariano.

 

La divinidad del arte en la poesía emocionante, profunda, intensa, fantástico talento de enorme calidad.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.