Mas la vida sigue...

Quién diría, que ayer lloraba versos por las manos,
que sangraba lágrimas por mis ojos,
que creí saber bien lo que escojo,
y ante la necesidad, descubrí a mis hermanos...

Aquellos que por sangre no hay parentesco,
algunos ejemplares, otros pintorescos,
mas el aprecio que les aguardo es tanto
como mi pasión por escuchar un canto.

Recibí una asestada puñalada en mi corazón,
lloré, morí, creí que no habría perdón,
mas no te culpo, de que te hayas enamorado:
conozco la sensación de querer al ser amado.

No podré mirarte nunca más con ojos vidriosos,
no aclamaré verdades sobre tos ojos hermosos.
Simplemente, serás alguien más en mi vida,
mas no serás ya la musa querida...

Ojalá seas feliz, velaré por ti como un hermano:
los dos supimos que no tenía posibilidad.
Iris, por favor, haya la felicidad,
y con un saludo al viento, me despido con la mano...​

 

un placer leer tu lineas,besos

 

hes maravilloso, es la pura vedad, cigue escriviendo me gusta,enora buena, un saludo