¡Más maderaaa!

Alta y firme la cabeza
que van a decapitar
por sus dioses perjurar,
un castigo a la vileza.

Sobre toda la maleza
escindida de sus restos
por mear fuera de tiestos
y jurar que no creía
en el dios que se pedía,
poca fe, muchos arrestos.

 

Poca fe, muchos arrestos
se recomienda tener
en este mundo de mer (dé)
que va cosidito a impuestos.
Hoy en día los honestos
viven poco y a dos velas
mientras a otros las cazuelas
les bullen con tal exceso
que dan ganas de hacer eso
de decirles: ¡Me la pelas!​

 

Metedura de pata.

 

Tienen el seso muy escueto
y la mollera muy fina,
confunden sal por harina
y el tocino por espeto.
Nadie les tiene respeto,
al igual que a ese inmaduro
que conocen por Maduro
que con los pájaros charla.
Pues ¡Que se vaya a mamarla!
Con ese Putin el duro.

 

Como una barca sin remos
va singlando mi bajel,
mas yo soy el timonel
y conozco ambos extremos;
nunca en el mar nos perdemos
porque mi amigo el delfín
me llevará hasta el confín
del planeta, te aseguro,
porque su afecto es tan puro
que me muestra su jardín.

 

Dice con cara sonriente

una ballena amistosa:

-Esta entrada es peligrosa:

tienes que dejarla urgente;

aunque tú eres muy valiente,

un dragón en lo profundo

te acecha por este mundo

y procura hacerte mal

con saña descomunal,

¡haz un viraje rotundo!

 

Donde juncos hacen redes

yo tejeré mis hamacas,

fuera de turbias resacas,

libre de adustas paredes;

guardo en el viento mis sedes

mi sueño de forastero,

que no quiere ser primero,

pues con flores y a mi modo

me quedo en algún recodo,

mirando absorta el lucero.


Mirando absorta el lucero,

sembrando mis margaritas

no estoy atenta a las citas

ni al grito alerta del tero,

si anuncia algún aguacero.

Mi paraguas vuelca rosas

por encima de las cosas

y si hay sol con mi sombrilla

me elevo en su campanilla

con vuelo de mariposas.


Con vuelo de mariposas

tan frágil, sutil y leve

como esta tarde que llueve

por la hamaca itinerante

de mi alma de navegante,

próxima a anclar en el cielo

para alcanzar ese anhelo

que aguardo desde este lado.

Por eso espero que mi hado

me envuelva al fin en su velo.

 

Me envuelva al fin en su velo
con esa décima antigua
que nos corona y santigua
aunque nos tire del pelo.
No quiero darte “palpelo”.
Pero en un mismo vagón
que has cargado mogollón,
sin pararte a meditar
que le puedes provocar
un terrible socavón.

 

Un terrible socavón

se ha producido esta tarde

y el turismo está que arde,

porque ha gastado un montón.

Para colmo un apagón

ha dejado el pueblo a oscuras,

pero, tal vez, si te apuras,

puedas llegar al camino,

antes que el tiempo mezquino

se condense en las alturas.

 

De esos aires basureros
me llegó la pestilencia,
se me agotó la paciencia
y hasta llamé a los bomberos
que vinieron muy ligeros.
Rápidos, con sus mangueras
limpiaron bien las aceras,
todo se quedó inodoro,
como los chorros del oro;
¡me gustaría que lo vieras!​

 

Me gustaría que vieras,
como trabaja el bombero
con ese cuerpo rumbero
manejando las mangueras.
Suben, bajan escaleras,
con esos bíceps de miedo.
Su buen hacer con denuedo
sin dudar en salvar vidas
a veces desconocidas.
¡No les importa su credo!

 

Son pronto solucionados

los problemas de esta aldea.

con ingenio o como sea

los vecinos de acá, al lado,

trabajan entusiasmados:

unen cables, sueldan caños

y mejoran con los años,

pues van ganando experiencia.

Siempre es cuestión de paciencia

saber arreglar los daños.

 

Con problemas en su hogar

de carácter edilicio

la gente del edificio

tendrá al fin que reaccionar.

No se pueden ignorar

las goteras, las fisuras,

medir los riesgos de alturas

por fallas en ascensores

cambiar poleas, motores

y armar cabinas seguras.

 

¿Y armar cabinas seguras?
¡Tú no sabes lo que dices!
Solo tocas las narices.
Menos pan y más verduras.
No me pongas armaduras
para auparme a los terrados,
ponme cajas de estampados
con poleas sin motor,
te ahorras lo del rotor
y estaremos más delgados.

 

Y estaremos más delgados

si bailamos este chotis,

he consultado a Don Otis

y su ascensor me ha explicado.

Si saltas sobre el tejado

con un salto de “Parkour”,

corres en serio el albur

de volverte un hombre araña

más delgado que una caña...

Más seguro es el yogur.

 

Más seguro es el Yogurt
para continuar la dieta,
y te vistas de etiqueta.
porque jugar un albur
es como estar en un baúl
Porque eso de la araña
me parece una patraña
pero si comes lo sano
todo será más humano.
qué enredarte en telarañas.

 

Que te dé mejor visión
necesitas ipso facto
así que haremos un pacto,
escucha con atención,
porque esta es la situación.
O te pones las lentillas
o te mando a hacer morcillas
que estoy harta de cegatos,
porque te cargas los platos...
¡No me busques las cosquillas!​