Mascaras de invierno

Grandes gotas caen desde mis mejillas,
invisibles e impredecibles,
no permito que se noten los surcos,
de aquellas grandes gotas,
coloco una mascara sobre mi cara,
para que nadie se entere de que lloro,

Nadie,
solo prejuicios llegan hacia mi,
como imprudentes guijarros,
solo yo y mi mascara invernal,
que pretende un rostro alegre y vivaz,

Jamás, por dentro una tormenta,
pero mi mascara jamás,
jamás se nota abierta,
ya que la cambio en cada llovizna de nieve,

Teniendo sobre mi librero una nueva,
por si esta se rompe la que llevo puesta,
cada invierno pasará y nadie sabrá,
mi intenso sufrir... solo estaré
hasta que al fin esta ventisca me permita morir.

 

gran poema,saludos