Me acostumbré demasiado a ti

Cada dia al despertar allí estabas,
el café en la cocina y al salir del
hogar besabas mis mejillas.

Las peleas, las preguntas, los celos,
las noches de pasión, los dias que deseaba
que estubieses muy lejos.

Las rosas, las tardanzas, la constante ironia
de esperar una llamada que nunca llegaba,
y tenias la osadia de dudar de mis andadas.

Todo eso ya forma parte de un mismo recuerdo,
ya no estás, no existimos, se rompió aquel lazo
que un dia unió nuestros caminos.

Solo pienso, solo lamento, derramo lagrimas de nostalgia
ya no estás, no existimos, pero aún asi no puedo olvidar
lo que un dia, hace tanto tiempo, juntos compartimos.

 

Es inevitable el recuerdo de las vivencias, marcan nuestra piel a hierro y nos curte el alma.

Saludos...