Me dejaste malos hábitos

Y cuando te fuiste,
o, más bien,
cuando llegó tu ausencia,
me puse a beber
y a fumarme el mundo
ante todos y a escondidas,
a gritos y en silencio,
gritando tu nombre
y olvidándolo,
reventando con él mi cerebro
sin nombrarlo,
y, entre silencios,
musitándolo
con la botella
entre mis manos,
en mi aliento
el humo del cáñamo
y mirando
con ojos empañados
esas fotos tuyas
en las que yo ya no salgo.
Y ahora que ya no te espero,
que ya no reclamo tu presencia,
sigo bebiendo
y fumando cáñamo
pero ya no me anima tu ausencia.
Sólo es esta puta inercia mía
de matarme poco a poco,
como cobarde,
sin decoro,
imaginando que regresas.

 

Old Soul...
Un descargo hecho con vívido realismo, ese que nos hace sucumbir a veces a los más mundanos sentimientos. Sin resignación los tiempos serán diferentes. Un fuerte abrazo, encantado de llegar.

 

Añorar el regreso... sueel lastimar.
Bellas letras, un placer leerte

 

Perfecta divinidad de arte resplandeciente en los versos bellísimos.

 

Gracias a todos.
Un saludito.