Me despido

Me despido con el cuerpo vuelto olas
y gaviota que busca alimento en marea baja,
llevando entre sus alas, un intento de vuelo
como si presintiera que el ocaso es espejismo,
desierto muerto,
canto de misterio que se escucha en el viento,
mientras la arena sepulta las huellas con algas,
borrando el recuerdo,
mitigando el ser abismo…
cuando lucha mi interior sin saber qué hacer.
Si se nubla la letra de un alfabeto,
¿qué fuerza tendrá para poder partir?
cuando reniegue la lucha del verbo.
La palabra es llano del silencio de la noche,
el nefasto pensamiento que huye hacia los abismos;
un collar de arena codeando el grosor del hambre
y la agonía, esa agonía que carcome de absurdos
la herida en la sangre de una mirada...
sin reclutar horizontes.
Me despido corriente y montaña,
línea que dibuja el claroscuro de un génesis
en cenizas esparcidas en un solo deseo...
¡Ven! recuérdame cuando ya deje de ser ola
para ser, el revés de lo que he intentado ser.

Yolanda Román
Derechos Reservados © Noviembre 7, 2006​