Me enseñaste a no pensar

Me enseñaste a no pensar,
acatar ordenes y acto.
Al minuto y juego exacto
de cruenta diana tensar.

Yo no fui, tú me buscaste
loando las "aptitudes".
Sobre ciegas multitudes
mi juventud enervaste.

Me diste una jerarquía
que apuntalaba tu casa.
Hoy no sabes que te pasa
pues tu río llora sequía.

Antiguas y duras normas
que le dictaste a la plebe
hoy no tiene quien las cebe
y golpean en tus formas.

El temor que ya me tienes
será amargo desconsuelo.
Pues este, país y suelo
no sabe si vas o vienes.

Entiende... yo sirvo al viento
y cumpliré mi destino
protegiendo al ya cansino,
al ciego, y al sin aliento.

©®Todos los derechos reservados bajo el nombre de Jorge de Córdoba, Barak ben Asís, Cesarfco.cd∴

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Proverbios 27:11
Sé sabio hijo mío y regocija mi corazón
para que pueda responder
al que me está desafiando con escarnio.​

 

Excelente... Pero triste, muy triste
besos y estrellas

 

Solo recuerdos...

Un abrazote.

 

Hola,
cada quien tiene un propósito,
una misión, algo que cumplir.
Un gusto leerte
Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Lo importante es el "propósito". Si se carece de propósito no se tiene nada.

Saludos.

 

Genial amigo César. Abrazos

 

siempre dispuestos a luchar, nadie nos debe arrodillar
EXCELENTE POEMA, QUE SIGA LA LUCHA

 

Gracias José por leerlo y comentarlo.

Un abrazo.

 

Interesante... muy interesante. Gracias por compartirlo paisano.

 

Tanto por decir y tanto por hacer...

Gracias Laioniquel por pasearte entre estas líneas.

Saludos.