Me estoy muriendo y no tengo permiso para dejarme morir...

Me estoy muriendo
y no tengo permiso para dejarme morir...

Ante el rechazo y la perdida,
ante la angustia y la burla,
no puedo evitar derrumbarme.

Caigo con tal estruendo
que no se pronostica el retorno.
Me levanto poco a poco
y vuelvo a comenzar,
a construir mi camino.

Una vez más es destruido,
aniquilado lo que con esfuerzo
se genero.

Entre sollozos y dudas
alzo mis manos en señal
de esperanza,
para volver a continuar.

Pero de nuevo siento que muero...

Inalcanzable parecen mis ruegos,
me encuentro cansado de no ver logros
y criticas que saben escarbar en el pecho,
tortura inminente solo hay en mi mente.

Junto todas mis fuerzas,
y cada una de ellas
llaman a las demás para levantarme,
una muy olvidada
es el grito, que sabe muy bien
hacerse frente.

Nuevamente vuelve todo a reiniciarse.
con la mente y el corazón en calma
va adquiriendo todo un sabor diferente
sigue igual de amargo, igual de presente
pero ganas de hacerle frente.

Regresan los sueños y las metas,
los recuerdos y los milagros.
todo aquello que es capaz de
traerte a respirar nuevamente.

Pasar por la pequeña línea
del pasado y el futuro,
lo que hiciste y lo que harás,
suelen llamarle presente.

El aquí y ahora, nos sabe
cobrar todo y de diferentes formas
con momentos dulces o amargos,
de igual forma puede sentirse eterno o corto,
pero es el que me mantiene vivo
y me prohíbe irme.

 

Vamos muriendo, Leny, inexorablemente vamos muriendo. Mientras tanto, mientras que la vida nos pasa, no nos dejan morir del todo y tampoco nos dejamos morir en ese "regresar de los sueños / los recuerdos y los milagros. / Todo aquello que es capaz de / traerte a respirar nuevamente."
Un poema reflexivo que destila un sutil optimismo, a mi humilde entender.
Un placer haber pasado por este espacio.
Con mi saludo muy cordial.
Salvador.