Me he dado cuenta

Me he dado cuenta

De muchas cosas sé muy poco
pero de algunas sé de más,
y aunque podré pasar por loco
en general soy muy sagaz.

Me he dado cuenta de tus cuentos,
tus sombras son para mí luz;
ya no me lances argumentos
que son los clavos de tu cruz.

Tu rostro es máscara mutable,
según arpías conveniencias,
y me tratás como a un culpable
para ocultar tus indecencias.

En un teatro te aseguro
que arrancarás un fuerte aplauso,
pero ante mí: bostezo puro
mayor al tedio que te causo.


Ariel Carrizo Pacheco​

 

¡Muchas gracias Jorge! Me alegra mucho que te agraden estos versos un tanto crudos, que no tienen destinataria/o en especial. Revisando un viejo cuaderno de versos, corroboro la fecha en que los hice: 4 de marzo de 2009. También veo que tiene dos cambios: "ya no malgastes argumentos" (ahora: "ya no me lances argumentos"; por los clavos que aparecen en el siguiente verso), e "igual al tedio que te causo" (ahora: "mayor al tedio que te causo"). Está inspirado en un hombre decepcionado por un amor. Y se asemeja a estos otros eneasílabos que escribí al poco tiempo (10/11/2009):

Tu farsa

Tu liviandad mucho me pesa,
es luz oscura que me aplasta.
Sólo vos misma te interesa;
tanta ambición te hizo nefasta.

Para engañar lucís por fuera
la perfección de tu hermosura
porque por dentro tu alma entera
apesta más que la basura.

La cuenta atrás avanza pronto;
no hay mal ni bien que te rescate.
Por más que te parezca un tonto
mi corazón por vos no late.

Que se enamoren de tu farsa
quienes merezcan tal castigo;
para bufón de tu comparsa
jamás podrás contar conmigo.

Apiladora de billetes
y también de sueños ajenos;
a ricos dicha les prometes...
y les inyectas tus venenos.

Cuando agonices sin valías
espero que no te arrepientas,
así darás tus fechorías
al diablo odioso como rentas…

Ariel

¡Un abrazo y gracias por pasar!