Media vida

Media vida

Las autoridades sanitarias
me advierten
que no debo fumar
ni siquiera un pitillo.
Que es esencial,
beber muy poco alcohol.
El café, solo en las mañanas
y tener sexo
con mucha precaución.

Culpas literales
caen a mansalva
sobre mi corazón
ligeramente deformado.
Una cúpula tenue,
un halo especiado,
un foso de espumas,
lo protegen
de la lógica mordida de los vicios.
Me he ido quedando sin ellos,
debo administrar los antídotos
y manejarlos con maestría.

Hay quien me dice
que vivir bien
es la mejor venganza
y nada más irte
como en una tragedia sin actos
me han caído cien años.
Aún me queda tiempo,
conseguí más prórrogas.

He comprado chocolates
que consumo en demasía;
chicles sin azúcar
frutos secos
miel con limón.
Perdí para siempre
tus uñas cortas
tu cuello largo
y al fin, he conocido la prudencia.


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A veces la prudencia es imprudente si te aparta de aquello que amas. Un placer enorme leer estos versos tan profundos y sencillos como la vida misma. Gracias. Chema.