Meditar con los ojos abiertos

Las palmeras se arquean con el viento
y sus ramas revolotean
para hacer vibrar la música
como si fuera domingo de ramos
Triunfantes se agitan como gigantes
El macho firmé en su copa
sus ramas hacia el cielo
La hembra con su redondez
más voluminosa y densa
a cuatro metros uma de otra
para crecer al unísono
y dejarse espacio
para extender sus ramas en libertad
El azul de fondo las envuelve resaltando su esbelted y su verde brillo
sus frutos amarrillos atraen a cotorras
que suenan como trompetas
en su pelear constante
El mar con su oleaje se une a esa perfecta orquesta
como un enorme sandwich vegetal
alimenta los sentidos
que no cesan de reconocer su entelequia
El sol encera sus colores matizando sus sombras
Como hormigas la piel humana desnuda revolotea
confundiendose con la arena
Las golondrinas en bandadas cruzan
señalando el cambio de estación
de Vivaldi
Cielo, tierra y hombre conjugados
Dejarás de sentirlos cuando mueras
cada estación y su belleza
No llores sino felicitate de contemplar la grandeza


27/08/2023
©Dikia