Memoria de un extraño comienzo

Se me hizo conocerte envuelta en papel
de regalo.
Inesperada fue tu llegada a mí,
desesperada era mi espera por alguien así.
Mi hambre de amor entonces
de buenos augurios se sació.
Mi alma anheló vivirte.
No fue la apariencia de aquellas dos alas
con que bajaste,
lo primero que de ti me conquistó,
fue la silenciosa y dulce quietud
que mostraste,
ante la torpe embestida de mi primer enojo.
Y nunca hasta hoy supiste
de las lágrimas que entonces derramé por dentro;
te amé, te amé, sin esperarlo en un momento.
Y no te deseé ave de paso,
no, soñé mi hogar eterno entre tus brazos.
Apresurado pues había declarado mi amor.
Pausada habías respondido que aún no.
Y un mundo significó aquel aún,
esperanza tras el disgustado rato.
Fue así, como todo empezó...
Pero lo que nunca nadie supo hasta hoy,
es que por alguna extraña razón,
que a entender aún no alcanzo,
todo quedó en aquel comienzo.

 

Impecables los versos. Excelente la lectura. Te felicito.

 

Gracias!