Memorias de la resignación

"Me das comida seca,
carne cruda, panza hueca.
Mamá, dame leche,
para al menos sentir la boca fresca."

"Hijo, si tan solo tuviera leche,
pero la vaca está muerta.
Y la vaca es lo único que teníamos,
así que espanta las moscas que tu pedazo acechan."

"Mamá, estre trozo huele feo,
no quiero comerlo, ¡que las moscas lo tengan!
¿Qué hay más allá de estas tierras,
que apenas si nos dan sustento?"

"Qué importa eso hijo,
si nunca lo hemos de ver,
nacimos entre los buitres,
entre el polvo que respiras cada amanecer."

"Mamá, esta vaca tuvo un triste final,
se murió enferma porque nadie la pudo curar,
mamá, dime, ¿así vamos a terminar?
Por nosotros nadie se preocupa, ni siquiera mi papá."

"Hijo, como la vaca enferma seré y serás,
como el anhelo que nunca veremos llegar,
como la carne que en la tierra se desitegrará.
Nadie sabrá que existimos en esta faz."

"Mamá, si regresamos a la tierra,
seremos algún día pasto, un árbol, un trigal?"
"Sí hijo, unos de tantos, algún día de plantas a animales hemos de pasar.
Por lo menos las vacas nos han de recordar."

 

¡Ay! ¡Qué fuerte y qué triste tu obra! Tus letras no pueden pasar desapercibidas para ningún corazón, estremece leer estos versos.

Te doy la bienvenida a Mundopoesía, Shantis.