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Memorias de mis soledades VII

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Megara900, 28 de Febrero de 2010. Respuestas: 6 | Visitas: 912

  1. Megara900

    Megara900 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Aquella tarde, Ricardo regresó a casa con un viento de esperanza en el corazón. Sentado junto a la cama, repasó una y otra vez los besos compartidos con Helena. Recordó el primero, ya tanto tiempo atrás. Esa sensación de calma y ansiedad que le dejaba tocar sus labios permanecía intacta, tan sólo comenzaba a habitar con mayor fuerza en sus adentros y entonces comprendió que Helena no lo había dejado de amar. Y él quería amarla más tiempo, siempre.


    Súbitamente sintió un deseo irrefrenable de poseer su libertad para poder amar a Helena, y esa era, quizás, la primera decisión que iba a hacer en su vida. No sería fácil convencer a sus padres, y mucho menos decírselo a la propia Clara, pero sabía que era injusto permanecer con ella sin hacerla feliz.


    En uno de los cajones junto a su cama, tenía la diminuta caja con el anillo de compromiso que sus padres le habían enviado para que se lo entregara a Clara en tres días, en la cena en que celebrarían su compromiso. No se atrevió a mirarlo en ninguno de los días siguientes, tampoco buscó a Helena, se conformaba con verla unos ligeros instantes a lo lejos, cuando salía de su casa.


    Aquella noche permaneció sereno, el temor que sentía lo sofocó con sus propios anhelos. Finalmente asintió que no podía reprocharse toda la vida el no haber hecho algo que él deseaba por cumplir los deseos de los demás.


    -Ricardo, pensé que nunca llegarías – murmuró la madre de Clara mientras lo saludaba –Clara te ha estado esperando ansiosa.
    -Siento mi demora Señora Roldán, el tiempo se me fue más pronto de lo pensado.
    -No te disculpes con nosotros, sino con Clarita, mira lo hermosa que luce ¿no es así?, te ha estado esperando durante mucho tiempo.
    -¡Ricardo!, por fin has llegado –pronunció Clara con una alegría inmensa mientras corría a abrazarlo. Lucía un poco pálida y débil, pero dejaba sus mejores esfuerzos en parecer una muchacha sana. Era tan injusto que tan sólo a sus veinte años hubiera padecido tanto, Ricardo se preguntaba dolorosamente si podría superar el duro golpe que estaba a punto de darle. Su sorpresa fue aún más grande cuando llegaron sus padres.

    -Yo pensé que estarían de viaje.
    -Así es hijo, pero no podíamos faltar a tu compromiso ¿Qué clase de padres seríamos si lo hiciéramos?
    -Gracias por venir padres –respondió secamente Ricardo, mientras asimilaba que a partir de esa noche todo iba a ser diferente para él.

    Después de cenar y conversar un rato, la madre de Ricardo se preocupó por el inminente silencio en el que permanecía Ricardo. Su semblante parecía preocupado y sombrío.
    -¿Hijo, qué te pasa? ¿Te sientes bien?
    [FONT=Calibri]-Si madre, es sólo que tengo que hablar con ustedes un asunto importante.[/FONT]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Pero de qué se trata? ¿No podemos hablarlo después? Los padres de Clara están esperando a que les pidas la mano de su hija. ¿O quieres que lo digamos nosotros?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No es eso madre… -La conversación de Ricardo y su madre comenzó a adquirir un tono más preocupante. Clara y los demás estaban ahora al pendiente de lo que respondía Ricardo, quién se levantó de su asiento, sacó de su bolsillo el anillo de compromiso y lo entregó a su madre. Después se dirigió a donde estaban Clara y sus padres, todos lo miraban perplejos.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Señores, espero puedan comprender mi decisión. Tienen una hija maravillosa para la cual deseo lo mejor, y es por eso que no puedo casarme con ella, estoy seguro de que no podría hacerla feliz y ella merece alguien que la ame más que yo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Hijo, ¿Pero qué estás diciendo?¿Por qué te comportas de esa manera?-Le reprochó su madre, mientras corría a consolar a Clara, que lloraba como una margarita desecha.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Espero algún día puedas entenderme madre –respondió Ricardo mientras se alejaba de la escena.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¡Ricardo, exijo que te disculpes con Clara!-Le gritó su padre a las afueras de la casa. –Si no lo haces, te suspenderé tu capital.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Entonces trabajaré –contestó Ricardo con una sobriedad que consternó a su padre.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Dime, ¿Qué razón es tan fuerte para que nos hagas esto a todos?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Padre, ustedes han llenado todas mis necesidades incluso antes de que las tuviera, lo cual agradezco infinitamente, pero eso me ha impedido soñar, tener anhelos. Nunca supe lo que era luchar por algo, lo que representan los sacrificios. No deseo ser más un títere en sus manos, la libertad es el tesoro más grande de cualquier hombre, no hay un precio ni una condición que me haga revocar mi decisión.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Cómo es que te has convertido en un necio Ricardo? ¡Ricardo! –vociferó su padre mientras lo veía alejarse.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]

    [SIZE=3][FONT=Calibri]Ricardo llegó a su casa y se deshizo del presuntuoso traje. Poseía ahora una inquietud que representaba lo mismo un miedo al futuro que la felicidad de saborear su libertad. Por fin haría algo más que llevar las cuentas de su padre. Perder su apoyo económico no lo afectó en ningún momento, pues Ricardo era un hombre bastante simple, cuyos gastos se reducían a su alimentación y a la de sus caballos.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]

    [SIZE=3][FONT=Calibri]A la mañana siguiente, lo despertó la visita de Esteban.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Perdón por despertarte, la razón de que haya venido tan temprano es que tus padres han venido a mi casa a preguntarme por ti. Me han dicho que han ido a la casa del centro, donde suponían que estabas y no te han encontrado. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Ah, es cierto. Jamás les comenté que estaba viviendo en la casa que me heredó el señor De la Vega. Este lugar es más tranquilo, él debió ser muy feliz los últimos días de su vida aquí, era como un segundo padre para mí.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Bueno, les he dicho dónde te encuentras, ya que tus padres parecían un poco molestos. ¿Has tenido algún problema con ellos?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-En realidad sí. Se trata de Clara. Ayer les dije a mis padres que no me casaré con ella.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Pero estás seguro de eso, qué razón tienes para no hacerlo? Me sorprende en exceso tu decisión, podría esperarlo incluso de mí, pero tú siempre has sido un hombre más serio, jamás apelas por nada y cedes al gusto de los demás.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Lo sé, y esa es precisamente la razón más importante. Mis padres han escogido siempre todo por mí, incluyendo a Clara. Ella es una chica muy bella y tierna, estoy segura de que un hombre bueno podrá amarla como yo no he podido. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿No estabas enamorado de ella?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Siempre le tendré un gran cariño, la conozco desde que era una niña. Pero es diferente el cariño que se le tiene a una hermana que la fuerza que te hace amar a una mujer sobre todas las cosas.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Vaya que me sorprendes Ricardo, jamás creí escuchar de tu voz esta confesión. Dime, ¿Estás enamorado de otra mujer?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Te lo diré porque eres mi mejor amigo. No sólo estoy enamorado de ella, a su lado me siento completo. Ella es hermosa aún cuando se enoja, los dos amamos las mismas cosas, en fin, algún día la conocerás.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Pues será un gran honor conocer a la excepcional mujer que te trae de cabeza. ¿Pero esto lo saben tus padres?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No, pero supongo que lo sospechan. El amor es una de las pocas razones que hacen a un hombre abandonar todo, incluyendo el dinero y un nombre honorable.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Entonces tu padre te ha retirado su dinero.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Así es, ha tratado de convencerme de retractarme de mi decisión.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Y lo has pensado bien, qué harás sin dinero?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Por suerte tengo el dinero que me dejó el señor De la Vega, con eso será suficiente mientras empiezo a trabajar por mi cuenta.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Bueno, ya sabes que siempre podrás contar mi apoyo. ¿Has pensado en volver a ver a Clara?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No, será lo mejor para ella, de esa manera me olvidará más pronto. Es una mujer muy bella, su enfermedad nunca ha sido impedimento para que tenga un gran número de pretendientes. En realidad era muy afortunado por todo lo que tenía, pero se puede tenerlo todo sin ser feliz.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Si lo ves de esa manera tienes razón, creo que Clara encontrará alguien más que la ame. Pero todo eso tomará tiempo, por lo pronto prepárate para la próxima visita de tus padres.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Lo sé, muchas gracias por venir a avisarme.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No tienes nada que agradecer, nos vemos pronto.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Hasta luego Esteban y gracias por tu apoyo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Esteban se dirigió a la salida y junto al camino se encontró con Helena.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Esteban, ¿Qué te trae por estos rumbos?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Hola Helena, qué gusto verte. He venido a hablar con Ricardo sobre algunos asuntos. ¿Y tú a dónde vas?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Iré a comprar un material para un nuevo establo que estamos construyendo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Bueno te haré compañía en el camino, ya que mi casa queda en el mismo rumbo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Estaban a punto de partir cuando se bajaron dos señores de un elegante carro. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¡Esteban, qué bueno que te vemos! Nos hemos perdido en el camino, dinos por favor como llegar al lugar donde está mi hijo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No se preocupe señora, no estaban tan perdidos, ya han llegado. Pueden entrar por el portón de la derecha. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Muchas gracias Esteban, te dejamos continuar tu camino.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Hasta pronto señores.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Los señores tenían tanta prisa que ni siquiera se molestaron en mirar a Helena, que se quedó unos pasos atrás de donde estaba Esteban. Helena tan sólo los vio de espaldas, cuando entraban hacia la casa de Ricardo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Quiénes son esos señores? –preguntó Helena.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Son los padres de Ricardo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Parecían molestos.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-En ello tienes razón Helena, creo que estos días no serán fáciles para Ricardo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Por qué lo dices?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Ayer rompió su compromiso con Clara, sus padres le han suspendido su dinero y aún intentan convencerlo de que se disculpe de su sorpresivo comportamiento.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Helena se quedó pensando en lo que había hecho Ricardo, era mucho más de lo que hubiera esperado. Llegó a creer que jamás sería capaz de algo así. Imaginó lo fuerte que iba a tener que ser para soportar el continuo reclamo de sus padres, la pugna de Clara, y el ser la habladuría del pueblo durante algunos días.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]

    [SIZE=3][FONT=Calibri]Cuando regresó del pueblo no pudo evitar dirigir la mirada hacia la casa de Ricardo. Él se encontraba sentado bajo la sombra del pórtico. Ricardo pudo mirarla a lo lejos y poco a poco se fue acercando.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Por qué has hecho eso? –preguntó Helena aceleradamente. ¿No lo ves? Has arruinado todo con tus desplantes, deberías estar ahora disculpándote con Clara.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Eso es lo que deseas? –respondió Ricardo, sosteniendo la mirada sobre Helena.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Por supuesto, ¿Qué te hace pensar que me podría importar lo que hagas? –Helena dirigió la mirada lejos de Ricardo mientras le contestaba.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Por qué no me miras a los ojos? Dime que no te importo frente a mí.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Yo no tengo por qué demostrarte nada. Si pensabas que iba a correr a tus brazos después de lo que hiciste, te equivocas. Y ya es tiempo de que vayas olvidando lo que pasó. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Lo has olvidado tú?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Tus preguntas están fuera de lugar Ricardo, deja de comportarte de esa manera.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Y tú deja de hacer como si no te importara. ¿Por qué permitiste que te besara entonces? Pudiste haberte defendido, como ahora –Ricardo sujetó a Helena con sus brazos, mientras acercaba su rostro al de ella.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¡Suéltame ahora! Sigues siendo el mismo imbécil de siempre.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Dime ahora que no te importo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Helena logró liberarse y a su vez, le dio un fuerte golpe con uno de sus puños.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Esta es la última vez que te acercas a mi ¿me escuchas? –le advirtió a Ricardo mientras éste se limpiaba un ligero hilo de sangre que empezaba a correr por su boca.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Helena estaba dispuesta a marcharse cuando una fuerza ajena a ella la hizo arrepentirse de lo que había hecho.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Mira cómo te he dejado. ¿Por qué no te has defendido tú, eh? Ahora me confiscarán tus padres por esto. Perdona por hacerte daño, yo no quería lastimarte.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No te disculpes, supongo que lo merecía.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Sí lo merecías, pero al menos no tan fuerte –respondió Helena con una sonrisa mientras se acercaba a Ricardo, que había tomado asiento en una banca de madera. Helena se inclinó sobre sus rodillas para hablarle a Ricardo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No quiero que nada malo te pase –murmuró casi silenciosamente mientras recargaba su frente en la mejilla de Ricardo, quien le respondió con un dulce beso. –Deseo que seas feliz, pero tu felicidad está en todo aquello que has dejado.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-En eso te equivocas. Soy feliz aquí, ahora… contigo.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-¿Por qué hiciste eso? [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Porque te amo y ahora puedo decirlo frente a todos. No puedo vivir haciendo lo que los demás desean. Si me voy en cualquier instante de este mundo sin haberte dicho lo mucho que te amo y lo importante que eres para mí, entonces nada habrá valido la pena. ¿Por qué no me miras a los ojos? –Ricardo tomó el rostro de Helena con una de sus manos.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Me duele lo que has hecho, ¿qué pasará con Clara?[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Estoy seguro de que alguien la hará feliz como yo no supe hacerlo. Quita esa cara triste, por favor, no me gusta verte así.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-No tenías que haber hecho esto por mí, no a costa del sufrimiento y el enfado de otras personas.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-Nunca he dejado de pensar en ellos. Pero es debido, alguna vez, pensar en nosotros. El precio que sea lo pagaré para estar contigo. Helena yo necesito saber si me has perdonado.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]-El amor todo lo perdona. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Ricardo y Helena se abrazaron durante largo tiempo junto al banco de madera. Sus corazones latían tan cerca, a ese ritmo extraño y único, llamado a veces felicidad.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]A partir de entonces, se convirtieron en cómplices eternos de las huídas y los besos en silencio, de los tímidos abrazos en los que convergían sus soledades.[/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]A ojos de los otros seguían siendo tan sólo los amigos de Esteban. En la soledad encontraban algo más que el secreto del silencio. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
    [SIZE=3][FONT=Calibri]Helena sabía ocultar sus pensamientos más allá de su ánimo exterior, quizás, el más evidente era Ricardo, quien lucía un semblante feliz a todas horas. Aquello no dejó de importar a sus padres, que no comprendían la razón por la que Ricardo prefirió aquella antigua casona del campo a la casa de la ciudad, que tenía numerosas comodidades. Tampoco pasó desapercibido para Clara, quien a pesar de haber tenido un carácter sereno en el pasado, el abandono de Ricardo la hizo alimentar un rencor y un propósito de limpiar su orgullo herido. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font]
     
    #1
    Última modificación: 28 de Febrero de 2010
  2. kinsfield

    kinsfield Poeta recién llegado

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    Sencillo y directo, es como una puesta en escena, es alucinante. Lo tiene casi todo por eso es que le das mas vida de la que ya tiene.

    Quizas ya hayas oido este tema
    http://www.youtube.com/watch?v=Jidc880p-DA&feature=related

    Salutos.
     
    #2
  3. Recaredo

    Recaredo Poeta fiel al portal

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    Si te he de ser sincero, "amiga Magara", te diré que ya antes había ojeado por ahí (ya imaginarás por dónde) algunos capítulos de este relato, al que no presté mucha atención. Fue el otro día, a raíz de tu pregunta sobre mi nombre, y cuando mencionaste a un Roberto, como protagonista de una novela que estabas escribiendo, que me vino a la memoria esta historia. Siento no haberla seguido desde aquel momento con la atención que hoy veo que merece; por lo que espero enmendar este entuerto por mi parte y desde hoy seguirla con atención, pues promete ser una gran novela. Te dejo mis estrellas y un abrazo Recaredo.
     
    #3
  4. Megara900

    Megara900 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Recaredo me ha agradado grandemente tu sinceridad, porque en efecto es mi primera prosa y ha sido un tanto como ejercicio de escritura, pero al final he terminado enamorándome de ella y espero continuar mejorándola para darle un trasfondo más interesante, muchas gracias por tu compañía :)
     
    #4
  5. David Valdés Estrada

    David Valdés Estrada Fantasma sin número

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    Antes que nada mil disculpas por el abandono en el que te he tenido querida amiga. La razón es que soy egoísta y de pronto pienso que si no escribo o no publico, para nada tengo que pararme por estos rumbos. Pero para estar equivocado nadie como yo ¿verdad?.... Hace más de un mes que no volvía a esta saga novelezca al estilo Jane Austen. Dejame decirte que paso a paso vas dejando ver tu gusto por ese tipo de historias al estilo Orgullo y Prejuicio, que dotan de un carácter más robusto a la personalidad de ciertos personajes ante situaciones anacrónicas o algo pomposas para estas alturas de la vida, del tiempo, del espacio. Es genial seguir atestiguando ese amor que es muy parecido al de los niños, en el que se preferiría correr o pellizcar a quien amas, antes de decirle que lo amas. Es algo muy lindo realmente... Qué guamazo se llevó el Ricardito por andar rompiendo corazones y esperanzas. Pero bueno, ya tiene su pequeña victoria, aunque creo que cara le habrá de costar por eso que anotas de que Clarita no se aguantará. En una de esas le manda a dar una golpiza, unas patadas en la entrepierna o unos tehuacanazos con chile habanero en polvo.

    Y bueno, fuera de las bromas creo que existen ciertos detalles que son así como que peligrosamente atractivos al momento de escribir en una primera impresión como "... el amor todo lo perdona...". Si eso lo hubiera leído un maestro que me daba historia del cine en géneros y corrientes hace algunos años me hubiera dado a entender con su mirada una expresión de "Ay no mam...". Pero bueno, yo nomás digo.

    Un beso cuatacha. Ya sabe que se le quiere.
     
    #5
  6. Megara900

    Megara900 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Gracias amigo por tu visita, nunca se olvida el detalle, un abrazo.
     
    #6
  7. Megara900

    Megara900 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Querido David, usted no se preocupe por el abandono, que para andar lejos estoy yo y uno siempre a veces, busca su espacio, pero aún distante lo quiero y lo estimo y se le extraña mucho. Me ha encantado eso de los tecahuanazos me lo he imaginado como un bate de beisbol o quién sabe qué sea eso.

    Y me ha parecido muy dulce lo de los amores de niños, que se pellizcan o se odian antes de reconocer el amor, que lindo ha sido su comentario me ha hecho sonreír y reír mucho, te quiero mucho y te mando un abrazo.
     
    #7

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