Mercader

… ¿nuestras ilusiones?... ¿los sueños?... ¿anhelos? … ¡nonono!... a veces, los giros de la puta vida no son como uno quiere… sino como decida la impredecible condición humana… y eso es precisamente lo que trasmiten las 249 palabras del relato Mercader, el cual puede encontrar en el cuaderno Sentido Inverso visitando, justo debajo del relato, la descripción en You Tube. Gracias.
… fue el matemático francés Blaise Pascal quien escribió que las miserias de todos los hombres derivan de no poder sentarse solos en una habitación tranquila…Y es cierto, mi casa está cerca del restaurante Bienvenidos, en la ciudad de San José, aquí en Costa Rica, y esta mañana, un apuesto joven me acompañó hasta la puerta, y sin pestañear, lo invité a tomarnos una fría cerveza. Entró y, ¡alumbró mis ayeres! Entonces remonté vuelo hasta aquella vez, cuando loca me enamoré de José Ignacio. No de sus razones. Mientras el joven saboreaba su cerveza me senté y crucé las piernas, un efecto que no falla. Los ojos de cualquier hombre, frente a una mujer que cruza las piernas y, en audaz movimiento, deja ver cuatro dedos de su atrevida carne, quieren abarcarlo todo. Ese detalle lo desquició. Entonces, una sutil empatía desató infinitas probabilidades. Y me pareció un hombre delicado, galante, natural. Su mirada estuvo perdida entre poesías y puestas de sol. Casi al despedirnos me pidió otra cervecita. Se la serví y aproveché la ocasión para insinuarle que me gustaría volvernos a ver. Con su rostro de arcángel exclamó, ¡coño eso depende de ti! Tienes mucho que enseñar. Mira, hazte un selfi semi- desnuda, donde se vean tus grandes senos, las anchas caderas, tus muslos firmes y tersos y me lo envías urgente al móvil. Sabes, soy cliente fijo del Club nocturno Pantera Rosa. Allí tengo buenos amigos. Ellos te necesitan, y oye mujé, ¡qué maravilla fue habernos encontrao!